Jennifer Orozco | LA PRENSA DE LARA.- No lo veían desde el martes y se preocuparon cuando el miércoles no llegó a comer a su casa. Abelardo David Herrera Jiménez, de 20 años, se había desaparecido el martes a las 11:30 de la noche y fue hallado ayer a las 7:30 de la mañana sin vida entre el monte del callejón 23 de enero del sector Chirgua 3. Recibió múltiples puñaladas en su cuerpo.
Abelardo trabajaba en un local comercial de un asiático en Lomas Verdes. Como todos los días, salió el martes a las 8:00 de la mañana a trabajar. Pasó por casa de sus amigos cercanos y les dijo que en la noche se veían. A eso de las 9:00 de la noche de ese mismo día llegó a casa de uno de sus amigos. Allí le escribió a su papá que en un rato llegaba a la casa.
A las 11:30 le avisó a su papá que iba a caminar hasta su casa. Su amigo le regaló un envase de mantequilla lleno de jabón en polvo para lavar y Abelardo se fue. En ese momento perdieron el rastro. El joven siempre caminaba por el callejón 23 de enero para dirigirse a su casa, pues el otro camino era más «peligroso».
Su amigo pensó que Abelardo había llegado a su casa, mientras que su papá pensó que se había quedado en la casa del amigo. Fue así como el miércoles al mediodía cuando no llegó a almorzar a su casa, su papá salió a buscarlo y no lo encontró en ninguna parte.
Toda su familia y amigos de la zona fueron advertidos y empezó la búsqueda en la tarde. Pasaron varias veces por el callejón 23 de enero, pero no veían nada extraño, hasta ayer jueves en la mañana, cuando su amigo, quien le había regalado el jabón, notó que en un caminito hacia el monte estaba el envase sólo con un poco de agua y espuma.
Allí decidieron meterse en el monte para buscar más rastros y hallaron a Abelardo. El cuerpo estaba un poco descompuesto, a su alrededor habían cigarros y billetes. Él tenía puesto el mismo short y franelilla de cuando salió de la casa de su amigo.
Tenía heridas desde la cabeza a los pies, todas hechas, presuntamente, con un puñal. Supuestamente, el cuerpo del muchacho estuvo allí desde el martes en la noche hasta el jueves en la mañana sin que nadie notara nada, pues quedó como en una zanja, tapada por un monte muy alto.
Los amigos que lo hallaron corrieron hasta la casa de su tía primero. «Yo no podía creerlo, tuve que asomarme y ver que sí era Abelardo», dijo la tía. De allí fueron a dar la fatídica noticia en casa del papá, quien al llegar al sitio se tiró en el piso exclamando «¡mi muchacho, me lo mataron, por qué me lo mataron!».
Ya a las 10:00 de la mañana habían llegado todos los familiares de Abelardo. El sitio estaba acordonado por funcionarios de la PNB y Cicpc.
También había llegado la novia de Abelardo, una muchacha de 15 años, quien tiene 5 meses de gestación, el primer hijo de ambos, razón por la cual el muchacho había dejado los estudios para ponerse a trabajar.
Familiares aseguraron que Abelardo era un muchacho tranquilo, que no tenía amenazas ni enemigos, pero que Chirgua se había vuelto peligroso últimamente, con muchos robos en la zona.
«Él no se metía con nadie, un muchacho muy tranquilo y trabajador, nunca le hizo daño a nadie. Queremos que la policía dé con quienes lo mataron y que paguen esta maldad», dijo su papá.