Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Desde hace ocho días la familia Parra busca con angustia a un integrante de su familia. Se trata de un menor de 17 años, que desapareció luego de salir de su casa en el caserío Padre Diego en la parroquia Juan de Villegas del municipio Iribarren, e inesperadamente, mientras buscaban al chamo hallaron un cadáver, pero no el de este joven.
El adolescente desapareció cuando salió de su casa ubicada en la vía principal de Padre Diego el domingo 5 de febrero. El chamo como de costumbre se fue a un abasto de Pavia a comprar comida, pero jamás regresó a su vivienda.
Después de tres días de su desaparición, parte de la familia acudió al Cicpc a colocar la denuncia y los funcionarios les aconsejaron que comenzaran a buscar por los alrededores de su residencia pues esa zona es un lugar donde los homicidas dejan los cuerpos debido a que es muy solitaria.
Desde entonces los familiares del chamo se organizaron y por zonas comenzaron a buscar al joven. Hasta que a las 08:00 de la mañana de ayer, llegaron hasta el sector La Lechosa, a casi 15 minutos de Padre Diego. Caminaron desde la vía y hallaron en un barranco el cadáver de un muchacho.
“Me pegó una tembladera en el cuerpo cuando vi ese muchacho muerto, pero cuando me acerqué me di cuenta que no era mi sobrino, gracias a Dios”, comentó Luis Parra, tío del joven desaparecido.
A casi 10 metros de profundidad en lo que parecer ser una quebrada seca estaba el cadáver completamente desnudo del hombre. Estaba bocabajo y se le apreciaban por el costado izquierdo varias heridas las cuales se desconocen si son de balas o puñaladas; será el resultado forense que indique cuál fue la causa de muerte. El joven mide aproximadamente 1, 80 metro de estatura, tenía en ambos pies una envoltura de papel periódico con un plástico, se presume que lo ataron.
La zona donde estaba el cuerpo es muy solitaria y abunda la vegetación seca, así como la basura. La familia Parra y el resto de los conocidos estaban a los lados de la carretera, esperando a que el Cicpc levantara el cuerpo del hombre y constatar que no se tratara de su familiar.
“Ese que está tirado ahí no es mi primo, no se parece en nada a él, igual nos queda la angustia y seguiremos buscándolo”, comentó la muchacha. Los parientes del adolescente indicaron que él se dedicaba a la agricultura en un terreno familiar. Lo describieron como un chamo tranquilo, es el último de cuatro hermanos.