Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Entre 9 y 14 millones deben pagar los transportistas de Pavia para que los choros les devuelvan sus vans luego de un atraco. Los conductores de la línea “Los Piratas de Pavia” están cansados de soltarle real a los malandros y les exigen a los cuerpos de seguridad que los resguarden.
A las 5:00 de la mañana salen del sector Pavia Arriba unas 10 camionetas tipo vans con 12 pasajeros cada una, con destino a Barquisimeto. Arrancan su recorrido y a 10 cuadras, en la bomba de gasolina El Cinco, los están esperando bandas de malandros, integrados por 5 y hasta 10 personas. Encañonan al colector o al chofer, con chopo o revólver, se montan en las vans y pasan raqueta a todos sus pasajeros.
No se conforman con llevar dinero, joyas, celulares y comida, sino que además secuestran al conductor con todo y carro, amenazándolo con matarlo si denuncian o los persiguen. Una hora después, liberan a su rehén, pero no al vehículo. Más tarde llaman para pedirles rescate. “Si me das 14 palos te entrego la vans completa, si no, págame pero te la vamos desvalijar”, es lo que dicen los choros a los dueños de las unidades.
Y así sucede. El que paga el tope máximo de plata consigue su camioneta en buen estado, pero quien no tiene para cancelar la extorsión le dejan la vans en cuatro bloques.
Jorge Luis Álvarez, representante de los transportistas, asegura que ayer hicieron la primera protesta frente al módulo de la PNB, motivados a que el miércoles 11 de octubre se robaron dos vans y secuestraron a sus choferes. A los conductores los liberaron ese mismo día en Barquisimeto, pero las vans aparecieron el domingo montadas sobre troncos, sin cauchos, sin retrovisores, sin asientos y de paso chocadas.
“Es un situación inaceptable. Ya es una molestia que se paren a robar a los pasajeros, pero que además nos secuestren y luego nos extorsionen es la gota que llena el vaso. Exigimos seguridad”, denunció Álvarez, quien asegura que antes robaban por la zona, pero en 3 meses se ha agudizado la situación de las extorsiones.
Unas 70 personas, incluyendo dueños de busetas, choferes y avances, se reunieron ayer en la comisaría de la PNB, donde el jefe del comando les permitió hablar, hacer una lista de necesidades y además anotar sus números directos para cualquier denuncia.