José Daniel Sequera | La Prensa.– Familiares de Gaudys Rafael Pineda Torres (42) y Alexander Antonio Giménez Mendoza (41) están desesperados buscándolos. No saben de su paradero, desde antier en la mañana, cuando desaparecieron en la entrada de San Miguel, pueblo que está a media hora de Quíbor.
Contó la esposa de Pineda que él y Giménez siempre se la pasan junto a sus compinches conversando bajo un cují que está en el sitio donde fueron vistos la última vez. El jueves no fue la excepción, pero da la casualidad que ese día estaban ellos dos solos, como se lo pudieron corroborar a la mujer. La última vez que los vieron allí eran las 10:00 am.
De un momento a otro los hombres se desaparecieron de manera misteriosa. En sus respectivas casas los estaban esperando para el almuerzo, pero nunca llegaron. Los familiares pensaron que habían ido a casa de algunos de sus amigos y que volverían más tarde.
Pero en la noche tampoco llegaron; fue allí que la preocupación comenzó a apoderarse de sus parientes. Ayer en la mañana se corrió un rumor por el pueblo de que, supuestamente, en el sector Los Corrales, que está en la vía, había dos cuerpos tirados en el monte.
“Pensé que eran ellos”, comentó una familiar mientras se agarraba el pecho. Junto a unos amigos, familiares fueron en moto hasta el sector, se metieron por el monte pero no dieron con los supuestos cadáveres.
Se conoció que los familiares de los hombres se trasladaron hasta la subdelegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Quíbor para poner la denuncia. Allí les dijeron que tenían que esperar 48 horas de su desaparición para hacer el reporte.
Perozo reside en el pueblo San Miguel y trabaja como mecánico, mientras que Giménez es de Tintorero y se desempeña como jornalero en un campo cercano al pueblo. Perozo estaba a la espera de un hijo. Familiares manifestaron que los hombres eran muy tranquilos que no se metían con nadie, sólo esperan que aparezcan y vuelvan a sus casas.
Sitio es candela
Por lo solitario de la vía, la carretera hacia San Miguel es el lugar que choros han preferido utilizar para matar a sus víctimas o dejar tirados cadáveres. También desde la vía se pueden ver partes de carrocerías, dejando entrever que es un sitio donde desvalijan carros.
Uno de los hechos más atroces cometidos en esa arteria vial, ha sido el asesinato de Héctor León (27), Edwin Martínez (27) y Yeison Angulo (23) el pasado 4 de febrero de este año. A estos sembradores de cebolla los asesinaron a balazos y después quemaron sus cuerpos dentro de un carro.