Gabriel Grisanti.- Melvis Jesús Rodríguez, de 38 años de edad, trabajaba como arenero. Para él, prácticamente no había opción al descanso pues todos los días, ya las 4:00 am se levantaba, tomaba sus implementos de trabajos (entre ellos una pala) para sacar material granular en quebradas cercanas a su humilde vivienda, ubicada en el sector Los Lirios del caserío La Vigía.
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Desde su hogar, caminaba hasta la vereda 6, en la calle principal del mismo caserío perteneciente a la parroquia Cabo José Bernardo Dorante donde vive su madre Petra Rodríguez, de 69 años de edad a tomarse el cafecito madrugador y que le calentaba el cuerpo antes de empezar su faena.
Esa era la costumbre permanente de Melvis Jesús; sin embargo, esta se rompió antes de la primera quincena de junio del 2015 cuando él tenía ya tres días sin darle la vuelta a doña Petra y echarse su guarapito.
Después del día 15, empezaron a extrañarse por su ausencia, pero la angustia de sus familiares aumentaba y disminuía constantemente gracias a los rumores de otras personas que aseguraban, haberlo visto en diferentes estados.
Les decían que lo habían visto por las calles del pueblo de Sanare rozagante con una bella rubia de gancho; otros, decían que Melvis José estaba entregado al alcohol y harapiento deambulando cerca del caserío Yogore, en el municipio Morán.
A pesar de todo, ninguno acertaba con su paradero. Había comenzado el 2016 y todavía no tenían razones suyas.
Cleudy Victoria Rodríguez , su hermana mayor relataba que en medio del desespero de ella y otros allegados recurrieron a espiritistas y babalaos, buscando esa pista que los condujera a Melvis José.