Euseglimar González | LA PRENSA.- La inoperatividad de las cavas para mantener los cadáveres en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda ha causado enfermedades respiratorias en los empleados a consecuencia de los cuerpos descompuestos.
De las tres cavas que hay, sólo una está en funcionamiento y hay seis cadáveres que están en avanzado estado de descomposición.
“Aquí todos nos estamos enfermando por la contaminación que hay. La situación por la que estamos padeciendo es que la única cava que sirve está trabajando a medias”, sostuvo un empleado de la morgue, quien no se identificó.
El personal administrativo y los técnicos que hacen vida diaria en las instalaciones de la sala patológica pidieron tanto al Gobierno nacional como regional que atiendan sus necesidades, pues no quieren seguir “enfermos”.
El Servicio de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) y la Gobernación de Lara deberían atender la situación crítica con las cavas de la morgue, según informó un empleado ayer a La Prensa.
Desde hace aproximadamente tres meses el personal forense ha tenido que pedirle guantes, hilo pabilo y desinfectante a los familiares de los muertos para poder realizar las autopsias, pues no cuentan con los insumos necesarios para cubrir la demanda.
“No me parece que en una sala patológica que es de un hospital público el familiar tenga que traer todo para que hagan una autopsia. El Gobierno nacional debería responder de manera inmediata ante la falta de insumos”, sostuvo Carmen Torrealba, consultada.
Los técnicos consultados para este trabajo esperan que el problema se resuelva en los próximos días.