miércoles, 6 noviembre 2024
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El Yunior, el Robin Hood que mató y robó en Lara

Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Alias el «Yunior» quien duró más de una década delinquiendo en Lara, pasó de ser súbdito del «Guly» para ser líder de su propia banda. Se dedicaba a lanzar «miguelitos» (objetos punzopenetrante que pinchan los cauchos de vehículos) en la carretera Lara-Zulia, para luego atacar a los conductores de camiones y robar sus mercancías.

Pero Yunior Gregorio Yépez Silva (29) no solo robaba, extorsionaba, secuestraba y mataba a sus víctimas a sangre fría. El delincuente, que murió en octubre de 2018, operaba en tres municipios del estado Lara. Entre Jiménez y Torres lanzaba los «miguelitos» y era «pirata de carretera», mientras que en Morán se enconchaba, al punto que fue allí donde lo ubicaron los funcionarios del Cicpc y lo dieron de baja.

El «Yunior» comenzó a tener interés por las armas de fuego desde que era un niño, luego cuando fue creciendo y convirtiéndose en un adolescente comenzó a delinquir en el caserío El Reventón, municipio Jiménez, de donde era oriundo. Fue en sus inicios de carrera delincuencial, que el hombre fue miembro de la extinta banda del «Guly«, delincuente de Quíbor que secuestraba y extorsionaba.

Cuando el «Guly» cayó muerto tras un enfrentamiento con el Conas en el año 2013, muchos de los integrantes se desligaron del grupo hamponil y comenzaron a formar sus propias bandas, como fue el caso del «Yunior», quien con más de 20 integrantes robaba en las carreteras.

Aunque «Yunior» tenía más de una década delinquiendo, no fue sino hasta el año 2014 que los cuerpos de seguridad comenzaron a seguirle los pasos, luego que su nombre retumbó en las denuncias ante los funcionarios, tras el doblehomicidio de Exon José Bonilla (19) y Danny Pastor Chirinos (30), quienes murieron el 1 de agosto de 2014, durante un enfrentamiento entre bandas en el sector El Yabito.

Para ese año se supo que ambos fueron asesinados con armas calibre nueve milímetros y, aparentemente, con FAL y escopetas.

Algunas personas que conocían a este delincuente aseguraban que ese fue su primer crimen, sin embargo los funcionarios no descartaron que estuviera involucrado en otros hechos sangrientos.

Luego de ese doble crimen fueron varios los cometidos en su «nombre», algunos los perpetró él y en otros casos los matones fueron mandados por él.

Las víctimas recibían más de cinco impactos de balas, a algunos los mató porque supuestamente lo estaban «vendiendo» con los cuerpos policiales.

Un Robin Hood

A la banda del «Yunior» la conocían como los «Robin Hood de la Recta», pues vecinos del caserío El Reventón y otras zonas aledañas, comentaron que los delincuentes luego que robaban los camiones cargados de comida, muchas veces repartía alimentos en la comunidad.

Sin embargo, otro grupo de personas le temía, pues el hombre era malo, cuando se enteraba que algunas personas lo estaban delatando con los cuerpos de seguridad, les llegaba a sus viviendas y sin temblarle el pulso los mataba.

En el año 2018, las denuncias de robo en la carretera Lara-Zulia fueron aumentando, en una noche robaban hasta cinco carros, entre esos un camión cargado de toros. El «Yunior» vendió una parte, mientras que los otros estaban desplegados por todo el caserío.

Así fue como inició la guerra contra los migueleros del «Yunior», pues los funcionarios de la Delegación Municipal de Quíbor del Cicpc, le pusieron el ojo a esta organización delictiva y no pelaron a ninguno. Lograron detener a presuntos integrantes, además dieron de baja a más de cinco delincuentes.

Lo debilitaron

Los funcionarios fueron estudiando cada uno de los pasos del «Yunior» y de sus andanzas al punto que lo fueron acorralando hasta debilitar la banda.

Dos procedimientos ejecutados por el Cicpc en Quíbor fueron claves para restarle fuerza y dar con su paradero, el primero ocurrió el 31 de agosto de 2018 en el sector Paraparo del caserío El Yabito, municipio Torres, donde el Cicpc le dio de baja a sus dos compinches e incautaron una pistola calibre 380 y un arma de fuego tipo fusil modelo MK calibre 7.62 la cual tenía las inscripciones de las Fuerzas Armadas Venezolanas, poderosa arma con la que se escudaba «El Yunior».

Ese día el delincuente logró escapar, los uniformados rastrearon toda la zona y se percataron que el delincuente mantenía su concha allí, observaron cambuches (vivienda precaria construida con materiales rústicos o de desechos).

Los funcionarios destruyeron todo en la zona y continuaron con su búsqueda.

El segundo golpe y el que desestabilizó al «Yunior» ocurrió el 28 de septiembre de 2018, en una posada llamada Sol Dorado, ubicada en la vía Quíbor-El Tocuyo. Los funcionarios del Cicpc llegaron al sitio y lograron ubicar a Darwin Jonathan Yépez Silva, hermano de sangre y mano derecha del jefe de la banda.

Darwin murió en medio del enfrentamiento. En el sitio quedó un carro Corsa, que era propiedad de Darwin y que era usado para cometer sus fechorías, pues el hombre trasladaba a los delincuentes hasta las vías para lanzar los «miguelitos» y que los conductores tuvieran que detenerse una vez los cauchos eran pinchados por ellos.

El «Yunior» tenía tres años sin visitar su natal caserío El Reventón y lo hizo para asistir al funeral de su hermano menor.

Allegados a la casa de uno de los delincuentes más buscados para ese entonces, detallaron que «Yunior» llegó al caserío cerca de las 12:00 de la medianoche, caminó hasta la casa materna, sitio en donde era el funeral de Darwin, apenas vio el féretro pidió que lo abrieran y sacaran a su hermano.

Cuando abrieron el féretro, «Yunior» lo abrazaba y besaba y le decía «hermano perdóname». Ese mismo día el hampón sacó sus armas y comenzó a disparar al aire y gritaba el nombre de su hermano menor.

Darwin siempre estuvo al lado de «Yunior», era su sombra, fue su mano derecha y chofer.

El hombre no estuvo mucho tiempo en El Reventón, pues sabía que en cualquier momento los funcionarios le iban a caer y lo atraparían, por eso antes que amaneciera se fue de la vivienda.

En el caserío decían que la muerte de Darwin ocurrió para llegar hasta la ubicación del delincuente más buscado del estado Lara. Desde entonces el «Yunior» se habría «enconchado» en el caserío Boro Maraca, municipio Morán. Sabía que el Cicpc le estaba siguiendo los pasos.

En su concha

Los funcionarios del Cicpc tuvieron una información. «Yunior» se estaba enconchando en un rancho de bahareque, ubicado en el caserío Boro Maraca. Comisiones mixtas de la Policía Científica se trasladaron hasta la zona.

Eran al menos 30 uniformados, llegaron hasta el caserío, pero para llegar hasta donde estaba el «Yunior» tuvieron que caminar. El 12 de octubre a las 6:00 de la mañana el terreno estaba rodeado por funcionarios, el «Yunior», no estaba solo, lo acompañaba su novia, una adolescente de 16 años, al escuchar ruido se «activó», se puso sus zapatos, agarró un revólver que tenía en su poder, pero no le dio tiempo de ponerse franela, solo llevaba una bermuda marrón, salió por la puerta de atrás y comenzó a correr para tratar de meterse en el monte.

Los funcionarios se fueron detrás de él y el «Yunior» al verse acorralado comenzó a disparar contra los Cicpc, originándose un intercambio de disparos que acabó cuando el hombre de 29 años cayó malherido. A «Yunior» lo trasladaron hasta el CDI de Las Margaritas en El Tocuyo, por ser el centro asistencial más cercano, pero fue ingresado sin signos vitales.

En el sitio donde ocurrió el tiroteo, resultó detenida la novia del «Yunior» por ocultamiento de arma de fuego y para ese año quedó bajo orden de la Fiscalía del Ministerio Público.

El cuerpo de «Yunior» permaneció por más de tres días en la morgue del Hospital de Barquisimeto, pues la madre del hombre no tenía documento para poder retirarlo. La familia Yépez Silva vivió la muerte de dos de sus integrantes en un lapso de dos semanas aproximadamente.

A sangre fría mataban en Lara

Uno de los tantos casos en lo que estuvo involucrado el «Yunior» y sus compinches, fue en la muerte de Marcos José González Suárez (30), quien recibió 10 disparos en todo su cuerpo. El crimen fue ejecutado el 12 de mayo de 2018 en el caserío El Yabito, en Jiménez.

En la mañana, el hombre estaba por salir de su casa, cuando observó cómo unos tipos se le acercaron a pie. Era «Yunior» y su combo, le pidieron la moto prestada y como él no quiso lo mataron.

En septiembre de ese año, el «Yunior» atacó de nuevo, los hermanos Cirilo Lisandro (42) y Williams José (44) Arriechi Aranguren, fueron asesinados a balazos en El Yabito.

Toman las riendas el «Vegueta» y «Tatán»

Cuerpos de seguridad le siguen la pista a los integrantes de la peligrosa banda del «Vegueta» y «Tatán», quienes tomaron el mando del grupo luego que el «Yunior» muriera hace tres años.

Los uniformados han logrado dar de baja a varios de sus integrantes, uno de los últimos casos ocurrió en noviembre del año pasado. El hombre murió tras presuntamente, enfrentarse a una comisión del Grupo Antiextorsión y Secuestro (GAES), adscritos al Conas.

Presuntamente «Vegueta» está entre Colombia y Venezuela, pues el tipo huyó del estado Lara, luego que los policías le pisaran los talones en varias oportunidades.

 

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