Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.- Herimar Andreína Andrade, de 32 años, murió, aparentemente, luego de que se administrara unas sustancias. La dama, quien era médico residente del Hospital Central Antonio María Pineda, fue hallada muerta dentro de su cuarto ayer en la mañana en la carrera 31 entre la calle 21 y avenida Andrés Bello.
Según fuentes policiales el cuerpo fue encontrado por una de sus compañeras de residencia en el cuarto y sobre una mesa estaban unas sustancias y una inyectadora, que presumen fue la que se aplicó, aunque serían los resultados de la prueba toxicológica que indiquen qué tipo de fármaco usó.
Durante la mañana los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc llegaron hasta la residencia donde vivía la doctora, para hacer el levantamiento del cuerpo e investigar las causas de la muerte. Presuntamente la joven dejó una carta donde le explicaba a los familiares porqué se suicidó, aunque esta carta la habría colectado el Cicpc y los familiares no han tenido acceso a ella.
El cadáver fue llevado a la morgue del Hospital y allí estaban varios compañeros de trabajo, quienes contaron que la mujer era una excelente profesional y que siempre se dedicó a sus estudios. Era médico residente del tercer año en Anestesiología.
Herimar era natural de Acarigua, estado Portuguesa, pero estudió Medicina en la UCLA y trabajaba en el Central. Los padres de la mujer no habían llegado a la morgue, pero en horas de la tarde estaban unos primos.