Anaís Mendoza | LA PRENSA.- “Ser policía no es un trabajo fácil. Sabemos cuando salimos, pero no cuando regresamos”, estas fueron algunas de las palabras que dijo Héctor Medina, jefe de la Policía Municipal en el homenaje que le realizaron al oficial Omar Antonio Castañeda (30), quien fue asesinado el martes en la mañana en Tamaca.
Con un ambiente invadido de tristeza, los familiares y amigos le dieron el último adiós al funcionario que fue asesinado el martes. Una misa y homenaje se le realizó ayer en el patio de la sede del comando de la Policía Municipal.
“Es difícil que un compañero, con la calidad de Omar, un excelente funcionario haya muerto de esta forma, en manos de delincuentes al que tratamos de combatir cada día como funcionarios”, comentó Medina.
El crimen del Omar ocurrió a las 9:00 de la mañana. El oficial estaba en compañía de su cuñado en la calle 2 del centro de Tamaca comprando repuestos para su moto en un local.
Cuando de la nada llegaron dos delincuentes bien armados. Uno le pidió las llaves de sus dos ruedas, mientras que el otro apuntaba a su cuñado.
Al parecer, Omar se negó a darle las llaves al delincuente y en un momento hubo un forcejeo, pero el delincuente lo acorraló contra la pared. El oficial trató de sacar su arma de fuego, pero en cuestión de segundos el malandro le disparó cuatro veces, dos disparos le dio en el pecho, uno en el cuello y el otro en el hombro.
Luego el choro le robó su arma de fuego de reglamento, una Pietro Beretta y se llevó al moto. El cuñado lo llevó en un carro hasta el ambulatorio de Tamaca que está a media cuadra, pero debido a las heridas Omar falleció minutos después de ser atendido.
Lo buscan
Los funcionarios de la Policía Municipal se activaron por todo Tamaca para dar con los matones. Según las descripciones dada por algunos de los testigos, uno de los malandros vestía bermuda verdes, mientras que el otro cargaba puesto un jeans, con una chaqueta negra y tenía bigotes. Omar es el sexto policía asesinado en el año.