Jennifer Orozco | La Prensa.- “Sin tono muscular y con cuadro de desnutrición” son las primeras líneas de un diagnóstico médico hecho a un reo de Uribana, quien supuestamente tiene tuberculosis, pero que apenas ayer le estaban haciendo los exámenes.
La madre del reo de nombre “Josué”, cuenta que desde hace unos 9 meses en el penal le están dando solamente verduras. “No les dan arroz dañado como dicen o pasta piche. Pero lo único que comen es verduras y frutas, sin nada de carne”, contó la madre del preso.
La señora revela que lo que más le dan es yuca, auyama, lechosa y naranja. Pero el nutricionista del Hospital Central le indicó que al chamo le hace falta comer proteínas, pues sin músculos no tiene casi cómo sostenerse de pie.
“El doctor me explicó que para que Josué pueda levantarse y caminar bien necesita comer proteínas y de eso no tienen nada en el penal”, denuncia.
La misma señora indica que hace dos semanas en la cárcel, durante una visita, le dijeron que podía llevarle comida extra al reo, además de algún complemento vitamínico que le pueda ayudar a mejorar su salud.
“Me dijeron que le podía llevar fororo, avena, leche, Ensure, fórmula de niños, carne, pollo o sardinas, una o tres veces máximo a la semana para que se pueda recuperar, porque de la tuberculosis no saldrá si no sube de peso y recibe una mejor alimentación”, contó la doña secándose las lágrimas.
La madre está haciendo el esfuerzo de llevarle un poco más de comida a pesar de los costos. “La última vez le llevé sardinas, y el kilo me salió a Bs. 4 mil, pasta medio kilo en 10 mil, caraotas el kilo a 35 mil y un cuarto de pollo ya cocido que me salió en 26 mil. Lo hago porque quiero que se recupere, pero el Ministerio Penitenciario debería meter la lupa y ver qué están haciendo con la comida en el penal”, protesta la mamá.
Una fuente interna de Uribana contó que el camión de las verduras y frutas llega dos veces por semana, martes y viernes o miércoles y sábados. Comentó que las cocineras se inventan una para cocinarles algo a los reos, pues no cuentan con sal ni aceite para hacerles algo diferente y por eso siempre les dan las verduras sancochadas.
Desde hace un año y medio a la cárcel no llega ni pollo ni carne de ningún tipo y tampoco la carne de soya que se estaba utilizando para sustituir las proteínas animales.
Lácteos tampoco consumen, pues está prohibido ingresarlos al penal por su facilidad para traficar drogas, pero desde hace dos semanas están haciendo la salvedad con los reos que sufren de tuberculosis, para que puedan consumirlos. Han permitido la entrada de galletas y pan, también prohibidos.