Euseglimar González | LA PRENSA.- El asesinato de la niña de tres años en Humocaro Alto conmocionó Lara al igual que los otros cuatro que se cometieron en diferentes sitios del estado. El primo sería quien cometió el cruel homicidio acuchillándola varias veces en su cuerpecito.
El asesinato de la infante aumentó las cifras contra niños y es la quinta víctima en el primer semestre del año. En Lara se contabilizaron 347 homicidios según la base de datos que maneja La Prensa de Lara.
A la niña la asesinaron frente a la madre con un cuchillo carnicero y aunque el presunto homicida, su primo, huyó la Policía le puso los ganchos y se encuentra tras las rejas. Habitantes de Morán lo apodaron el “Monstruo de Humocaro”.
Ese día el hombre ingresó a la fuerza al ranchito en donde vivía Yolimar Arroyo (22), madre de la criatura.
El homicida tenía un “fin” vengarse de Yolimar y para muchos habitantes lo hizo de la peor manera, asesinando a la niña e hiriéndola a ella, que casi le cuesta la vida.
Pero el crimen de la niña de 3 años no es el único que se registró en Lara, en abril una infante de 2 años murió tras ser herida por una bala perdida en Los Cerrajones.
Estaba durmiendo en el asiento de atrás y justo en ese momento unos tipos comenzaron a disparar a lo “loco”, el padre de la niña, se montó en el carro para huir de las balas, pero un proyectil se metió por la maletera y la hirió en el pómulo.
De los cinco casos de homicidios contra niños, en sólo uno, el presunto homicida está detenido, de los demás crímenes funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc se encuentran tras la pista para dar con los responsables, según información policial.
Aunque en el caso de la recién nacida hallada muerta en La Floresta de Tamaca, no hay detenidos, vecinos de la comunidad comenzaron a investigar y dieron con la presunta madre que la abandonó y dónde ella misma, supuestamente, confesó lo que hizo, no fue imputada por el Ministerio Público.
Según fuentes ligadas a las investigaciones no hubo “suficientes elementos para comprobar que ella era la madre”. De los 347 crímenes ocurridos de forma violenta en Lara, alrededor de 223 fueron cometidos en Iribarren por armas de distintos tipos y calibre, mientras que en Palavecino ocurrieron 27 muertes seguido de Jiménez con 26 y Torres con 25. En la mayoría de los casos los matones utilizaron un arma de fuego para cometer los crímenes.