Este año se han cometido 75 crímenes, once más que en el año 2022.
Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Desde enero la sangre ha corrido por cada rincón del estado Lara y es que en la entidad crepuscular durante los doce meses del 2023 se registraron 75 crímenes, según las cifras que día tras día recabó LA PRENSA de Lara.
Aunque es una cifra baja en comparación con cinco años atrás, cuando se perpetraron 412 homicidios, es de resaltar que los asesinatos en el año 2023 en comparación con el 2022 aumentaron un 17,18%, es decir, se perpetraron once muertes más.
Más del 66% de los crímenes fueron en Iribarren, siendo las parroquias más candelas: Guerrera Ana Soto, Tamaca, Catedral y Unión, mientras que el 33,3% ocurrieron en Palavecino, Crespo, Jiménez, Andrés Eloy Blanco, Torres y Morán. Urdaneta fue el único municipio que en todo el año no registró hechos que lamentar.
Según los datos que lleva LA PRENSA, los móviles que más se registraron fue el ajuste de cuentas, riña y resistencia a la autoridad.
Entre los casos que más resaltaron en el casi finalizado año 2023 fueron las muertes de las personas de la tercera edad, pues a la delincuencia no le tembló el pulso para quitarles la vida.
En marzo, Virgilio Amaro Ferreiro, de 73 años de edad, quien era un excomisario de la Disip, ahora conocida como Sebin, fue estrangulado, aparentemente, cuando unos criminales ingresaron a su vivienda para robarlo.
Pero la muerte de Amaro no fue la única, a Rafael Simón Esquiel, de 62 años de edad, lo asesinaron de una descarga de escopeta en el pecho, luego que hampones intentaran ingresar a la vivienda que estaba cuidando. Los criminales estaban rondando por el sector La Orquídea de Pavia desde horas antes, pero cuando cayó la noche comenzaron a hacer de las suyas e ingresaron a robar.
Otro de los hechos violentos y que conmocionó a Barquisimeto fue la muerte de Columbia Mercedes Páez, de 85 años de edad, quien fue asesinada por su propio hijo.
El hecho ocurrió el 15 de julio, la dama fue hallada muerta dentro de su vivienda en Tamaca y los familiares notificaron al Cicpc, cuando los uniformados trasladaron el cuerpo hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda e iniciaron con la autopsia, algo les llamó la atención, debido a que su cuerpo tenía signos de violencia.
La autopsia reveló que la señora no murió por causas naturales, sino que había sufrido un golpe en la cabeza con un objeto contundente. Una vez los uniformados comenzaron con las investigaciones, lograron determinar que se trataba de un matricidio, su hijo mayor era el presunto asesino, pues el hombre maltrataba constantemente a sus padres.
En manos policiales
En medio de las muertes violentas, ocurrieron 16 presuntos enfrentamientos contra funcionarios de los cuerpos de seguridad, con un total de 17 fallecidos. Estos casos poco ocurrieron en el 2022, debido a la investigación de la Corte Penal Internacional (CPI), según explican defensores de los Derechos Humanos y ONG como Provea y Lupa por la Vida.
Para el año 2022 sólo se registraron cuatro muertes a manos de los cuerpos de seguridad, quienes alegaron enfrentamientos, pero en este casi finalizado 2023, 17 hombres murieron y fueron señalados de ser delincuentes.
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) fue la que más casos registró, el Cicpc sólo tuvo cuatro presuntos enfrentamientos y el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) uno.
Entre los hechos se encuentra la muerte de dos hombres, quienes murieron en un presunto tiroteo con funcionarios de la División de Investigación Penal (DIP) de la PNB en el sector Las Cumbres II en El Manzano, al sur de Barquisimeto.
Ambos fueron señalados de formar parte de la banda del «Santanita» que se dedica a la extorsión, secuestro y homicidio, y que opera en varios estados de Venezuela.
Los hombres fueron identificados como Luis Méndez (58) y Ángelo Miguel Sivira (27).
Para ese entonces, fuentes policiales indicaron a LA PRENSA que una de las armas de fuego con las que se habrían enfrentado los hombres pertenecía al Cuerpo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
La fuente detalló que la pistola fue robada hace dos años en una emboscada donde murieron dos funcionarios de la PNB. El hecho ocurrió en la plaza de El Potrero, al norte de Barquisimeto. El arma incautada estaba solicitada.