José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.- Una jornada sangrienta se vivió ayer en la mañana en el municipio Torres, después que dos hampones fueron abatidos a tiros por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES).
El primero de ellos ocurrió en el batallón 111 blindado «Iribarren» del Fuerte Manaure de Carora a eso de las 6:40 de la mañana. Allí dentro, el sargento segundo de la GNB de apellido Pino estaba de servicio como centinela armado con su fusil AK-103 de reglamento en un terraplén.
Mientras estaba realizando sus labores de patrullaje dentro de la instalación militar, fue sorprendido por Sabas de Jesús Pérez Adán (35) quien vestía un suéter azul marino, jeans azul oscuro y zapatos deportivos negros.
Entre sus manos, Pérez llevaba un cuchillo con una hoja de 45 centímetros de largo, con el cual atravesó el lado derecho del cuello del funcionario, dejando una gran herida muy cerca de la aorta. En defensa, Pino accionó su fusil contra el hampón, propinándole una descarga en el rostro.
Con la cara ensangrentada, Pérez cayó muerto al suelo, quedando a un lado su arma. Inmediatamente el militar propina varios tiros al aire para alertar de lo ocurrido. Un funcionario de alto rango del fuerte escuchó las detonaciones y fue con otros uniformados hasta la zona del que provinieron las descargas.
Llegaron al terraplén, y encontraron al militar herido empapado de sangre. Ellos mismos lo trasladan hasta el Hospital de Carora, pero por la gravedad de la herida, fue referido al Hospital Militar de Barquisimeto, donde aún se mantiene recluido.
Al sitio llegaron altos rangos militares y funcionarios del Cicpc, estos últimos encargándose de la recolección de las evidencias y la inspección técnica. Después de recoger el cadáver, la «petejota» supo que Pérez tenía una entrada por resistencia a la autoridad.
El segundo choro abatido fue en un presunto enfrentamiento con las FAES en el caserío El Empedrado de la parroquia Manuel Morillo.
El tiroteo, supuestamente fue durante las primeras horas de la mañana, en el que el hampón recibió un tiro en el tórax.