José D. Sequera | LA PRENSA.–Un fatal comienzo tuvo el 2018, porque de las siete víctimas de asesinato que hubo durante las primeras horas del 1 de enero, destaca el triple homicidio en el que murieron dos hombres y una mujer. El hecho ocurrió a las 5:00 am en la carrera 10 entre calles 4 y 5 del barrio El Triunfo.
Rodeados de charcos de sangre quedaron los cadáveres de los hermanos Andreína Liliana Vargas Córdoba (33) y Rafael Vargas (40) junto a Deibys Omar Mendoza Cordero (22). Los tres estaban bocarriba y tenían múltiples impactos de bala.
Los tres cuerpos ocupaban toda la carrera 10, en forma de “H”. Hacia la calle 5 quedó Rafael; vestía una camisa blanca con cuadros azul y marrón, jean y zapatos casuales negros.
En el otro lado estaba Deibys; cargaba puesto un suéter blanco con la palabra “Duff” en el frente, un pantalón negro y zapatos deportivos de colores. En su espalda tenía un koala negro. Finalmente entre los dos cuerpos, estaba tirada Andreína; quien llevaba una blusa negra, un suéter gris, un jean y unas sandalias negras.
Sobre el modo en el que fueron asesinados, un vecino contó que en plena calle había una rumba para celebrar la llegada del año nuevo, y allí estaban las tres víctimas.
Según una vecina, Andreína había llegado primero a El Triunfo acompañada por Deibys, ya que ambos, supuestamente, eran pareja y vivían juntos en la zona alta del barrio El Trompillo, sin embargo esta información no fue confirmada.
Unas horas antes de amanecer, en plena fiesta inició una discusión que terminó en un tiroteo, todos los presentes salieron corriendo, dejando a las tres víctimas sobre el asfalto.
Yo pensé que eran traqui-traqui, pero cuando escuché a la gente gritando supe que algo malo había pasado, así que decidí asomarme y cuando vi, estaban allí las tres personas tiradas”, reportó el hombre con mucho nerviosismo.
Mientras poco a poco amanecía, familiares de los hermanos Vargas llegaron hasta el sitio. Un grupo de siete mujeres y dos hombres se acercaron hasta la escena; vieron a sus familiares muertos y el desespero se apoderó de ellos.
“¡No puede ser Andreína!, ¡Por qué a ti!”, gritaba una muchacha, mientras una mujer de mediana edad se lanzó sobre el cuerpo de Rafael mientras lloraba. “¡Dios mío, Rafael, tú no merecías una muerte así, tú eras bueno!”, sollozaba la fémina.
Cerca de las nueve la mañana, la hija de Andreína llegó corriendo a la escena y su grito de horror se pudo escuchar a varias cuadras. “¡No, mamá, tú eras muy buena conmigo, no te tenían que haber matado! ¡Mi vida ya ha sido bien triste como para que me maten a mi mamá!”, expresó la menor de edad.
Los familiares de Deibys también llegaron corriendo hasta la escena del crimen mientras lanzaban gritos de dolor que estremecieron a los presentes.
Hasta el sitio, llegó una comisión del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) para hacer los trabajos de planimetría así como el levantamiento de los cuerpos. La “petejota”, sigue investigando el móvil del hecho.
Supuesto hampón
Un vecino de El Triunfo comentó a La Prensa que hace aproximadamente cuatro meses, Deibys había salido de la cárcel por estar implicado en varios delitos. Según el hombre, Deibys murió porque “seguramente tenía una culebra pendiente por pagar”.