Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Ante tanto silencio de la noche, los tiros sonaron y parecía que no cesarían. Después, al amanecer, sobre una acera de la manzana “P” con calle 3 de La Sábila estaba “Nicky” tirado sin vida, ensangrentado, con parte del rostro y la dentadura rasgada por los animales.
Este menor de 17 años de edad fue perseguido por al menos 150 metros y luego acribillado a la 1 de la madrugada de ayer. Este chamo supuestamente era un hampón que residía en El Pampero y que tenía bronca en La Sábila.
Según se conoció en la escena del crimen, “Nicky”, corrió para salvarse de las balas. Por fuentes policiales, se conoció que el chamo fue mandado a matar por “Janier”, un peligroso delincuente de 17 años, que mantiene el control de toda la comunidad de La Sábila.
La policía presume que el crimen se debe a una deuda entre hampones. “Nicky” estaba en su casa ubicada en la carrera 3 de El Pampero cuando llegó una mujer a buscarlo y le dijo que lo acompañara hasta La Sábila.
La chama y “Nicky” se metieron por una de las calles de El Pampero que conecta con La Sábila hasta que llegaron a la esquina de la calle 4 de la manzana P. De la nada, aparecieron unos hombres quienes comenzaron a dispararle al menor mientras que la chama desaparecía del lugar.
“Nicky” corrió casi 150 metros desde la calle 4 mientras que los matones seguían disparando. De hecho, “Nicky” quedó herido en el trayecto, porque desde la mitad de la calle habían varias gotas de sangre. Finalmente, el chamo cayó malherido frente a una vivienda de la calle 3. Ahí los matones culminaron la carrera y le dispararon en varias ocasiones, después todo quedó en tensa calma.
El cadáver del adolescente quedó bocarriba vestía un pantalón gris, una camisa negra y unos zapatos deportivos. El brazo izquierdo estaba fracturado.
Dos funcionarios de la Guardia Nacional que trabajan en La Sábila llegaron a resguardar el cuerpo en la madrugada a la espera del Cicpc. “Tuvimos que correr a los perros, porque le estaban comiendo la cara”, acotaron los funcionarios.
“Nicky”, es señalado como un peligroso delincuente de El Pampero y que mantenía azotado al sector, y también estaba relacionado con el reciente robo del Hospital Psiquiátrico el pasado 13 de enero en el que ingresaron en la madrugada, abrieron un boquete en las paredes y se llevaron toda la comida de los 58 pacientes.