LA PRENSA DE LARA.- Para entender mejor este concepto, definamos lo que es un síndrome, el cual desde el punto de vista médico es el conjunto de signos y síntomas que presenta enfermedad alguna y acorde a sus características encajan dentro de una patología definida, las cuales pueden ser digestivas, metabólicas, respiratorias, cardiovasculares, psicológicas o psiquiátricas, en un tiempo determinado y de diversa etiología o causa. En cuanto a las palabras nido vacío es referente a la ausencia o a la pérdida de un ser querido por diferentes motivos.
El síndrome del nido vacío es una etapa transicional que pasado más de seis meses llega a constituir una franca patología, caracterizándose por una sensación de abandono, ansiedad, apatía, falta de incentivo, desencadenando un cuadro de depresión de variable grado, conllevando a desatar otras entidades nosológicas o enfermedades tales como la hipertensión arterial, gastritis, dislipidemias (elevación del colesterol y triglicéridos) disminución de las defensas inmunológicas y con ellas diversa enfermedades infecciosas o agravar las preexistentes.
Ahora, ¿Quiénes padecen dicho síndrome? por supuestos los padres, en particular las madres, en los casos, por ejemplo, cuando los hijos dejan el hogar, bien sea por ir a estudiar a otra ciudad, por independizarse o por contraer matrimonio, que es lo más común. No obstante, en las últimas décadas está ocurriendo un fenómeno en Venezuela, nunca visto de la manera como acontece hoy día, y está dado por la migración de los hijos de la patria, dejando a sus padres y algunos hasta sus hijos, donde los abuelos llegan a asumir el rol paternal al educar a sus nietos
Actualmente se calcula que alrededor de 7 millones de venezolanos han emigrado a diferentes países del mundo, cifra que irá incrementándose en el transcurso del tiempo, siendo las causas principales, en el caso venezolano, las siguientes: violencia, delincuencia, inseguridad política, ausencias de libertades fundamentales, inflación, devaluación, carencias de servicios básicos, difícil acceso a los productos básicos y lo más lamentable es la desesperanza al no ver una mejoría política, económica y social en un futuro inmediato.
No obstante, los padres quedan bajo una constante angustia al ver a sus hijos partir hacia un futuro incierto, pero al menos con la esperanza, quizás de tener una mejor calidad de vida, sin embargo, queda en estos padres la sensación de abandono por parte de sus seres queridos más inmediato, algunos mueren sin alcanzar a ver nuevamente a sus hijos o viceversa.
Este síndrome era poco o casi nada conocido en épocas pretéritas, pero actualmente ante este gran éxodo catastrófico (muchos se aventuran a recorrer a pie, grandes distancias para alcanzar las fronteras de los diferentes países elegidos y en ellos, algunos se les fue la vida), y hoy por hoy la incidencia de estos casos se ha incrementado, es así como en mi consulta medica tengo un estimado de cada quince (15) pacientes, uno (1) presenta este síndrome del nido vacío, el cual, a veces no se manifiesta como tal ya que somatizan este proceso, dónde la causa de sus dolencias es la ausencia de sus hijos que han emigrado
Por lo tanto, hay problemáticas cuya solución, no está al alcance inmediato del colectivo, como es el caso del éxodo del pueblo venezolano, causante de este síndrome del nido vacío, pero gracias al avance tecnológico de las comunicaciones que nos permiten en tiempo real interrelacionar con nuestros seres queridos, bien sea por internet, WhatsApp, mensajes de texto, videollamadas y de esta manera disminuir esa sensación de soledad o abandono, pero siempre hay inconvenientes, dado por las constantes fallas de la electricidad, el mal servicio de internet por la falta de un adecuado mantenimiento a los equipos, causando muchas veces un mayor grado de frustración y de desesperanza
Ahora bien, en aquellos casos, en donde el síndrome del nido vacío es intenso que desencadena un estado depresivo mayor, el tratamiento más acertado es la terapia cognitiva conductual, la cual es dirigida por un especialista en el ramo y a la vez con la indicación de medicamentos antidepresivos, este es el deber ser, pero lamentablemente en Venezuela pocos especialistas en el ramo existen y las consultas como los medicamentos están dolarizados, en fin, pocos tendrán la oportunidad de ser bien tratados.& ;& ;
No más les queda a los padres, en este país convulsionado, buscar las Sagradas Escrituras para fortalecer su alma triste por medio de la invocación de los Salmos 6, 34, 116 y 147 entre otros y así alejar las tinieblas con la luz de la esperanza de un pronto renacer
Por: Dr. Hely Brandt& ;
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