LA PRENSA DE LARA.- Una cualidad de nosotras y nosotros los revolucionarios y revolucionarias, los que le damos sentido a la vida en función de lo humano, si, nosotros y nosotras los que aceptamos la lucha, y que tenemos la capacidad de indignarnos en contra de cualquier injusticia cometida en cualquier circunstancia, en cualquier parte, los y las que no aceptamos como natural la sumisión, la dependencia, los y las que aceptamos dejar de lado la opresión, por eso y ante todo lo expuesto hemos decido revelarnos.
En ese sentido se hace necesario plantear algunas ideas referentes a nuestro carácter, a nuestro espíritu como militantes de la revolución bolivariana, en esta nueva forma para encontrarnos, para ir cada día con mayor claridad en la lucha, por ello debemos decir que lo que vence el miedo no es la valentía, es la lealtad. La lealtad, se puede inferir como una parte nuestra que se abre por dentro, y es algo que no se ve, pero podemos sentirla, podemos expresarla como esa pasión por una causa por la cual se es capaz de dar la vida, es por eso y en este día de la lealtad debemos abrir nuestros corazones, para comprender y entender la causa que se nos dejó en el plan y hoja de ruta, presente y futuro nuestro, por ende debemos abrir nuestras manos, nuestras mentes, nuestros pensamientos para realizar ese sueño que un día llego como la lluvia, como ese fuego encendido de patria que ilumina el camino hasta vencer.
Es por ello que nuestra lealtad se debe materializar en toda forma de lucha contra toda forma de opresión, es una lealtad que produce posturas, actitudes, comportamientos y valores, saber que cuando estas condiciones son saboreadas y compartidas alimentan nuestro espíritu de militancia, incluso cuando se experimenta en medio de tensiones e imperfecciones, teniendo en cuenta que un empleado cumple órdenes, un funcionario trabaja por un salario, un mercenario hace satisfacer su necesidad individual, entonces debemos saber que un militante se mueve por una indignación y por una entrega apasionada para que la clase oprimida se libere de la opresión, como toda lucha, ahora, al amamante no se le enseña que hacer para complacer a su ser querido o querida, él o ella lo hace con entusiasmo o con osadía, quien ama hace, inventa caminos para alcanzar su objetivo. Es esa lealtad que une la acción, la razón y el sentimiento e invade el espacio personal, la convivencia familiar, la vida en el trabajo militante, y continúa la búsqueda de la coherencia entre el dicho y el hecho.
Y ante cualquier circunstancia, así como se nos pidió, de forma plena como la luna llena, así hoy ratificamos nuestra lealtad a tu legado, que no tenemos ni tendremos miedo alguno a expresar que nuestro camino, nuestro proyecto es el socialismo, ya que tú nos enseñaste a que ese es el camino, (que aunque se difícil como lo expresaba Argimiro& ;Gabaldón, es el camino), en la teoría y en la práctica, por eso y más lo que debe mover nuestro espíritu es la certeza de estar construyendo una patria donde la mayor suma de felicidad, la mayor suma de estabilidad social y política, sea el resultado final, es nuestro compromiso con la transformación de la sociedad, y es nuestro compromiso de vida contigo mi comandante, nos pediste ir al futuro, y del el aprender a dejar de lado la explotación y la competición de las y los individuos, colocando en el centro al sujeto pueblo como protagonista, y es solo en el socialismo y nuestro proyecto nacional con el cual lo podemos lograr, donde el hombre y la mujer puedan habitar, donde cada militante, con su lealtad absoluta, con su espíritu de grandeza y convicción, como buenos artistas, pintemos con pinceladas de amor ese camino para vencer todos los obstáculos que se generen, y de ahí ser más soberanos, hermanos y hermanas de luchas, que sea el espíritu de Chávez que nos impregne, la voluntad y lealtad del guía hoy que es Nicolás, vamos pues a reafirmar ese espíritu de lealtad y de amor, así que ven, vamos juntos y juntas, por este sueño de ver a Venezuela verdaderamente libre, independiente y hermosa porque nosotros y nosotras, LEALES HASTA SIEMPRE…& ;
Por: Gilberto Barreto
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