LA PRENSA DE LARA.- Los venezolanos nos hemos acostumbrado a establecer vínculos familiares muy estrechos. Hay familias que se reúnen todos los días, mientras que otras se ven esporádicamente, a pesar de ello, el vínculo es fortísimo.
La familia cumple diversas funciones que son esenciales para el bienestar de sus miembros y para el desarrollo de la comunidad en general. Es una institución clave que desempeña múltiples roles. A través de la familia, los niños aprenden las normas, valores y creencias de la sociedad en la que viven, así como las habilidades necesarias para desenvolverse en ella. Es el primer grupo social al que pertenecen los niños y el lugar donde adquieren sus primeras experiencias.
Actualmente, la dinámica de vida generada por un número significativo de problemas socio–económicos, ha dejado una brecha que vulnera unas de las funciones más importantes de la familia: la protección y cuidado de sus miembros y la transmisión de la cultura y la tradición. Se está dejando mucha responsabilidad a las instituciones educativas públicas que responden a lineamientos e intereses políticos y hemos podido vivir en carne propia la capacidad para el adoctrinamiento que tiene el currículo educativo en todos los niveles de aprendizaje, contrarrestado principalmente por las bases y valores familiares.
Hemos sido testigos de la influencia que tienen grupos minoritarios, pero muy bien financiados y apoyados políticamente, sobre su necesidad de llevar al plano educativo, aspectos íntimos como la sexualidad, diversidad de género, lenguaje inclusivo, etc., temas que no deben estar en las aulas sino en el entorno familiar. Recordemos que la educación sexual en las escuelas fue abordada desde la prevención del embarazo precoz, embarazo no deseado y basándose en la planificación familiar, nunca desde el aspecto de con quien, ni como tener relaciones sexuales.
En el siglo XXI, el capital humano será clave para el desarrollo de los países y eso solo se conseguirá con educación académica (habilidades matemáticas, comprensión de lectura, solución de problemas con métodos científicos, etc.). Es esencial que nos enfoquemos en dejar que la familia cumpla su función tradicional de generar individuos preparados para absorber conocimiento y con la capacidad de socializar, dejando a las escuelas la función de educar académicamente.
La defensa de la función tradicional de la familia es un tema que está sujeto a diferentes opiniones y enfoques. Cómo podemos defendernos en respuesta a cambios promovidos por corrientes políticas:
Involucrarse en la política a nivel local, regional y nacional para expresar nuestro apoyo a la familia y promover políticas que respalden sus valores y estructuras, participando en debates públicos y manifestaciones pacíficas si es necesario.
Educar a otros sobre la importancia de la familia y los beneficios que
ofrece, usando la difusión de información a través de medios de comunicación, organización de eventos, programas educativos y promoción de los valores y roles tradicionales de la familia en la sociedad.
Unirse o apoyar organizaciones que defienden la familia tradicional y
trabajen para proteger sus valores y estructuras. Iglesias, ONGs etc.
Y uno de los más importantes es enfocarse en fortalecer nuestras propias familias y en promover prácticas que fomenten su estabilidad.
Es un trabajo duro, pero debemos empezar inmediatamente si queremos conseguir
la sociedad que anhelamos con familias funcionales.
Escrito por: Emilin Piña& ;
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