LA PRENSA DE LARA.-& ;«… El poder popular es fundamental para la construcción del socialismo. La teoría revolucionaria es fundamental para la revolución, para el impulso revolucionario, para el rumbo revolucionario, para el rumbo socialista…» Chávez: comuna, propiedad y socialismo. En esta cita de Chávez está concentrada toda la propuesta, del comandante en lo que se refiere a lo que comúnmente llamaba el socialismo del siglo 21. Nosotros (La Comuna Socialista Pío Tamayo) en varios escritos hemos plasmado, con el sano propósito de contribuir al debate en lo teórico y a la construcción práctica de lo que decimos, atendiendo al debate; ¡que es en definitiva el debate!, es decir el de las ideas y las propuestas, y no el que descalifica, simple y sin presentar alternativas. Acá vamos a recopilar algunas ideas de otros escritos nuestros que aún tienen vigencia, apoyarnos en Chávez para ratificar su pensamiento y finalmente hacer unas propuestas dirigidas fundamentalmente a la gran legión de comuneros y comuneras que todos los días están en este proceso de construcción de lo nuevo.
Características del poder popular organizado
& ;Lo primero que salta a la vista y que es una característica, predominante en la sociedad, es que nuestras organizaciones populares, además que no han sido el resultado de un poderoso movimiento en la calle, sino que las propuestas organizativas para responder a ese inmenso deseo de lucha presente en la revolución bolivariana, provienen desde el gobierno y por esta y otras razones dependen fundamentalmente del estado, del gobierno, del partido. Cierto es que el poder popular comunal aparece en estos momentos como nunca visualizado, sus prácticas y acciones de los últimos tiempos, lo identifican, irrumpe en la arena política y comienza a ser protagonista de su propia historia, pero las organizaciones comunitarias con estas características con su propio auto organización no representan ni el 10% de ellas. La inmensa mayoría dependen del estado para su accionar que termina no siendo propio sino una copia del accionar de las instituciones públicas.
Bajo nivel de unificación de las organizaciones comunitarias, existe una marcada tendencia al caudillismo de segundo grado, dirigentes, hombres y mujeres que colocan por encima su propios intereses, económicos o políticos que los intereses de la revolución, por lo que se atrincheran en espacios la mayoría no orgánicos y aunque cuando existe la organización comunitaria nunca se reúnen, ni se acuerdan en colectivo, solo se aplica la decisiones del o la caudillo por supuesto «en nombre de la organización».
Las organizaciones comunitarias, no participan en la decisión medular del gobierno revolucionario, a lo más que han llegado es a la amenaza de transferir competencias, pero estas tienen limitantes que plantea la propia constitución, artículo 184: «la ley creará mecanismos abiertos y flexibles para transferir a las organizaciones o grupos vecinales organizados todos los servicios que estos requieran…» y aquí viene el, pero. «PREVIA DEMOSTRACIÓN QUE PUEDES HACERLO». «Ninguna clase ha venido al mundo poseyendo el arte de gobernar. Este arte sólo se adquiere por la experiencia, extrayendo las lecciones de los errores que uno mismo comete». Escribía RAKOVSKI. Aprender el arte de gobernar, no para que el pueblo se convierta eventualmente en funcionario del estado, sino para ir construyendo otra institucionalidad, esa debiera ser la función del militante revolucionario, no que la institución en la cual participa termine dirigiendo los procesos. Ninguna de las organizaciones comunales, tiene expresión real en el aparato del estado actual, no se ha podido romper las barreras que les permita incidir en las cuestiones más generales y trascendentales de las políticas del estado a ningún nivel. por eso nuestro esfuerzo debiera estar dirigido a convertir, los consejos comunales, comunas y ciudades comunales en verdaderas escuelas de gobierno donde los comunes se ejerciten en la práctica de gobierno y aprendan el arte de gobernar.
Por: Carlos Peña& ;
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