LA PRENSA DE LARA.- Quise compartir con ustedes esta historia porque creo que es una enseñanza de vida digna de que todos la aprendamos y practiquemos.
Sucedió entre dos de los más grandes tenores conocidos mundialmente, Plácido Domingo y José Carreras. La tomé del grupo de Facebook, «MÚSICA Y NOSTALGIA,» administrado por Patty Tokumoto, el autor de esta narrativa, supuestamente, fue Salvador Holguín – Música, Cine y Arte.
A pesar de que el mal intenta sumergirnos entre las tinieblas, «siempre» existe una luz que nos lleva por el camino del bien y, al igual que, El Libertador, no me cansaré de pregonar: «La amistad es mi pasión…» Y de agregar: «el amos es mi recompensa».& ;
Cito: «Es conocida la rivalidad que existía entre los catalanes y los madrileños, ya que los catalanes luchaban por su autonomía en una España dominada por Madrid.& ;
Sucede que Plácido Domingo es madrileño y José Carreras catalán. Por cuestiones políticas, en 1984, Carreras y Domingo se enemistaron a tal punto que cuando los contrataban para cantar, ambos hacían constar en sus contratos que sólo se presentarían en el espectáculo si el adversario no era invitado.
En 1987, al tenor José Carreras le sorprendió un enemigo mucho más fuerte que su rival Plácido Domingo. «Le diagnosticaron una terrible leucemia.»
Su lucha contra el cáncer fue muy terrible. Se sometió a varios tratamientos además del autotransplante de médula ósea y un cambio de sangre que lo obligaba a viajar una vez por mes a los Estados Unidos. En estas condiciones no podía trabajar y a pesar de ser dueño de una gran fortuna, los altos costos de los viajes y del tratamiento debilitaron sus finanzas. Cuando no tuvo más condiciones financieras tomó conocimiento de la existencia de una Fundación en Madrid, cuya única finalidad era apoyar a personas con tratamiento de leucémicos.
Con el apoyo de la Fundación «Hermosa», José Carreras venció a la enfermedad y volvió a los escenarios a cantar, recibió nuevamente altos contratos, y trató de asociarse a la Fundación. Al leer sus estatutos descubrió que el fundador y presidente de la Institución, era Plácido Domingo. Además, se enteró que éste había creado la entidad, en principio para atenderlo y que prefirió mantenerse en el anonimato para que no se fuera a sentir humillado por aceptar ayuda de su «enemigo».
Pero lo más conmovedor fue el encuentro de los dos… Sorprendiendo a Plácido Domingo en una de sus presentaciones en Madrid, José Carreras interrumpió el espectáculo y… «Humildemente se arrodilló a sus pies, le pidió disculpas y le agradeció públicamente.» Plácido Domingo lo ayudó a levantarse y… «Con un fuerte abrazo sellaron para siempre una gran amistad.»
En una entrevista le preguntaron a Plácido Domingo, por qué había creado la Fundación «HERMOSA» en un momento en que, además de beneficiar a un «enemigo», había ayudado a un artista que podía hacerle competencia. Su respuesta fue corta y definitiva:
«¡Porque no se puede perder una voz como esa!» Este acontecimiento de Plácido Domingo y José Carreras nos deja una gran enseñanza…& ;
«No importa cuán poderosos, famosos o millonarios seamos la vida nos puede sorprender en cualquier momento y tener que necesitar la mano solidaria hasta de nuestro más acérrimo enemigo, también debe servirnos de ejemplo e inspiración y tener siempre presente que en las dificultades hay que ayudar a las personas sin importar que sea un adversario o competidor nuestro… Nada de lo que tenemos se va con nosotros cuando Dios nos manda a buscar, porque del polvo venimos y al polvo volveremos.»
¡lo más admirable de un ser humano no es su ego sino su nobleza!
Por: Maximiliano Pérez.
*La Prensa de Lara no se hace responsable de las opiniones emitidas en los artículos cuyo contenido es de entera responsabilidad de sus autores*.& ;