LA PRENSA DE LARA.- A manera de información para aquellos que no entienden que la crisis del café, se ha presentado a nivel mundial, me permito transcribir un documento elaborado por Néstor Osorio, siendo director ejecutivo de la Organización Internacional del Café, titulado: MEDIDAS PARA RESOLVER LA CRISIS DEL CAFÉ. Y que fue presentado a la Cumbre del G-8, Evian (Francia), junio de 2003; es decir hace veinte (20) años…& ;
Me inspiró hacerles llegar este documento ante la manipulación de muchos de los que se dicen defensores de la caficultura pero que demuestran su ignorancia sobre el tema, o sus apetencias políticas y/o personales al hacer propuestas ilógicas o irrealizables que hunde en un mar de incertidumbre al sano movimiento en defensa de la caficultura nacional.
A tal efecto, también recomiendo que busquen y analicen las «MEMORIAS DEL PRIMER CONGRESO INTEGRAL DEL CAFÉ.» Evento realizado en la ciudad de El Tocuyo, en junio de 2001, y que fue patrocinado por la Universidad Centroccidental «Lisandro Alvarado, la Gobernación del estado Lara y la Alcaldía del Municipio Morán, ante la solicitud efectuada por la «Asociación Nacional Caficultores de Venezuela.»& ; & ;
Cito:
Los precios del café, estos últimos años, han permanecido a un nivel históricamente bajo. Alcanzando el punto y desde entonces sólo ha habido una ligera recuperación. En la actualidad, el nivel de los precios no cubre los costos de producción en muchos de los países productores, lo que ha ocasionado grandes apuros económicos y malestar social.
A finales del decenio de 1980 los países productores de café obtenían de las exportaciones de café unos 10 o 12 mil millones de dólares al año, pero esta cifra se ha reducido a la mitad y es de 5 mil millones de dólares. En cambio, el valor de las ventas de café al por menor en los países consumidores ascendió en este período, habiendo pasado de alrededor de 30 mil millones de dólares a más de 70 mil millones de dólares. Por lo que respecta a varios países de África, Asia y América Latina que dependen del café para la obtención de un gran porcentaje de sus exportaciones, se calcula que las pérdidas en ingresos procedentes del café anulan ampliamente en términos de valor la afluencia total de ayuda.
En general, la crisis ha ocasionado en muchos países en desarrollo una mayor pobreza, malestar social, cultivo de drogas prohibidas, desempleo rural y emigración ilegal.
Esta situación de los precios del café surge de un desequilibrio entre la oferta y la demanda, y que se ha visto exacerbada en particular por un aumento considerable de la producción (en comparación con los primeros años del decenio de 1990) y un ritmo lento en el aumento del consumo.
En vista de todo ello se han emprendido una serie de iniciativas en la Organización Internacional del Café (OIC) para tratar de encontrar soluciones apropiadas. Figuran entre esas iniciativas la celebración de una reunión en mesa redonda de alto nivel en colaboración con el Banco Mundial, para deliberar sobre posibles maneras de resolver la crisis. Participaron en ese acontecimiento algunas de las principales figuras a cargo de asuntos cafeteros en los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil.
Los asuntos que se debatieron en esa reunión en mesa redonda fueron debatidos más a fondo en la serie de sesiones del Consejo Internacional del Café. El Consejo acordó que se ofreciese a la atención de los participantes en la Cumbre del G8 información sobre la situación, en especial teniendo en cuenta que la cuestión del comercio de los productos básicos estaba en el programa. El presente documento ofrece un resumen de las cuestiones de política que hacen al caso.
En busca de soluciones& ;
En la reunión en mesa redonda se reconoció en general que un mercado totalmente libre en el café acarrea un coste social excesivo y que habría que pensar en alguna forma de actuación que tenga efecto en el mercado.
Se señalaron las principales esferas en las que se requiere apoyo, tanto de naturaleza política como en términos de asignación de recursos por los países industrializados y las instituciones donantes.
Esas esferas son las siguientes:
a) Corregir el desequilibrio entre la oferta y la demanda aumentando el consumo, en particular mediante: la mejora de la calidad en el mercado mundial, apoyando el programa de la OIC de normas mínimas de calidad para la exportación establecidas por la Resolución Número 407 de la OIC; y el apoyo de las instituciones donantes para encontrar soluciones orientadas hacia la demanda así como para proyectos y programas centrados en la oferta, en particular con respecto a los programas de financiación de la promoción en los países productores de café y en los mercados incipientes.
b) Promover la diversificación para conseguir que disminuya la dependencia excesiva del café, mediante el apoyo a proyectos adecuados de diversificación. Se reconoció que, para asegurar el acceso al mercado de productos alternativos, es preciso que haya una reducción considerable de los aranceles y las subvenciones con los que en la actualidad se protege la agricultura de los países industrializados.
c) Apoyar un desarrollo rural de base amplia que fomente la capacidad de elaboración local y las asociaciones de productores, y también medidas para mejorar las facilidades de crédito y la gestión del riesgo.
d) Instituir mecanismos de información, que coordinaría la OIC, para asegurar que las iniciativas internacionales de política cafetera estén coordinadas de tal manera que ayuden a resolver los problemas causados por la crisis y creen una situación más equilibrada en la que los productores obtengan ingresos más equitativos.
En esta coyuntura, teniendo en cuenta que son cada vez mayores las diferencias en la distribución de valor en la cadena de suministro entre los países en desarrollo y los países desarrollados y que es preciso enfrentarse con el problema de que muchos países pobres siguen dependiendo de unos cuantos productos básicos, se pide que se creen políticas conducentes a ofrecer mejores condiciones para la sostenibilidad en esta esfera crucial del comercio de productos básicos. (F, de C.).
Escrito por: Maximiliano Pérez& ;
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