Isabella Delgado | LA PRENSA.- Los comerciantes informales ya tienen un lugar asignado en Santa Rosa. Desde el 4 hasta el 14 de enero, día de la procesión 161 de la imagen de la Divina Pastora, los 120 vendedores con permiso para trabajar en el pueblo estarán ubicados a una cuadra del Santuario de la excelsa patrona, hacia pueblo abajo.
Todos se concentrarán a partir de la intersección de la calle La Pastora -que inicia frente al santuario y termina en la parte baja del pueblo- con la calle 23 de enero. El año pasado se ubicaron una cuadra más arriba, diagonal al santuario.
El cambio fue planteado para abrir espacio para la feligresía y evitar que ladrones se escondan entre los puestos, como sucedió en años pasados. Así lo aseguraron ayer integrantes de la comisión organizadora Divina Pastora, durante una reunión informativa sostenida con los comerciantes en el pueblo.
En el encuentro se acordó que los comerciantes que venden mercancía como franelas, dijes y escapularios serán los que tendrán los primeros puestos. Luego irán los que comercialicen comida precocida o “seca” y por último estarán los puestos de comida caliente. El orden fue dispuesto con la intención de alejar bombonas y aceites de la multitud por medidas de seguridad, detalló Giomar Rojas, director de la División de Mercados y Abastecimiento de la Alcaldía de Iribarren.
Los habitantes del pueblo que quieren vender algún producto deberán hacerlo de la puerta de sus casas hacia adentro. No podrán ubicar mesas ni ningún tipo de objeto en las aceras. “Instamos a los comerciantes a que respeten el orden aquí (Santa Rosa), como en todo el recorrido. No podrán ubicarse en las avenidas, sólo en las transversales. Deben contar con permiso y no pueden vender patillas ni cambures porque resbalan”, detalló.
De los 120 comerciantes y artesanos que se ubicarán en Santa Rosa, 34 son del pueblo y 33 son comerciantes que todos los años se apuestan en torno a la plaza. Los demás son itinerantes o nuevos. Todos estarán identificados con carnets.
Entre los comerciantes la nueva disposición fue recibida con recelo. Durante la reunión insistieron que las ventas podrán verse afectadas por la lejanía de los puestos con el centro del pueblo.