Rafael Piña | La Prensa.- “No sé qué haré, el sueldo de mi trabajo no me alcanzará para pagar los seis pasajes que gasto al día para ir a mi trabajo”, soltó Giménez mientras esperaba su bus que lo llevaría hasta la urbanización El Obelisco. No es un secreto que el aumento del pasaje a raíz del nuevo cono monetario ha causado un impacto negativo en los usuarios debido a que los transportistas están cobrando según la nueva tarifa ajustada por la vicepresidenta Delcy Rodríguez la semana pasada, lo que ha causado controversia en diversos sectores del gremio de transportistas y los usuarios que son los grandes perjudicados.
El sueldo mínimo ajustado por el presidente Nicolás Maduro es de 1.800 bolívares soberanos (Bs. F 180.000.000). La señora Maritza Vásquez estaba como todos los días haciendo su cola en la parada para los buses a Valle Hondo, Cabudare, donde no podía creer que tenía que pagar 2,00 bolívares soberanos. “Tengo ganas de llorar, mi país está acabado, ya ni montarnos en un autobús podemos, yo trabajo aquí en Barquisimeto de lunes a sábado y llego a gastar más de 20 bolívares soberanos en puro pasaje y el sueldo que gano no cubre todo lo que necesito”, soltó Vásquez con sus ojos aguados a punto de llorar.
Las personas están cansadas de los aumentos del gobierno porque consideran que al hacer eso todo lo demás sube y no existe ningún control. Las quejas de los usuarios en el terminal de pasajeros por la falta de unidades para El Tocuyo, Quíbor, Carora y Sarare eran milenarias y la gente en opiniones diversas mostraba su descontento porque los choferes les cobraban con sobreprecio e irrespetando la tarifa fijada por la directiva del terminal. “Llevo aquí como hora y media esperando para que llegue una buseta para El Tocuyo, aunque me dijeron que estaban de paro porque les exigieron cobrar Bs. S 3,00 y no estaban de acuerdo”, afirmó Carolina Pérez, quien está residenciada en la ciudad y viaja los fines de semana a su tierra natal. Aunque también es consciente de que el precio del pasaje no les alcanza a los choferes para comprar cauchos y repuestos.
La poca presencia de unidades de transporte en el terminal durante el fin de semana era llamativo, los choferes mencionan que ya muchos se han retirado porque ya no es rentable trabajar como transportista. “Gastamos más en el carro que lo que recibimos al mes por el pago de los pasajes”, dijo Henry Perozo, quien es chofer.
El señor Henry Noboa es pensionado y estaba pensativo esperando un Transbarca en la parada de Las Trinitarias, donde al conversar con otras personas en la cola les decía que “es injusto lo que vamos a pagar, menos mal soy de la tercera edad y no pago”. “Es un aumento sin consulta al usuario, ellos no sufren las consecuencias de nuestros bolsillos, no tenemos plata”, soltó Noboa. Los usuarios piden piedad ante los precios del pasaje.