Daniela Valladares | La Prensa-. Desde las siete de la mañana los duaqueños se lanzaron a las calles para celebrar el nacimiento del patrono de la comunidad, San Juan Bautista, para lo cual se refugiaron en oraciones y plegarias y así pedirle un milagro.
En los alrededores de la iglesia se encontraban decenas de pobladores y vendedores quienes a pesar de la situación aún mantienen la costumbre, aferrados a su devoción.
Ahora esperan que la intervención divina haga presencia y mejore el panorama de Duaca, entre los favores que pedían los feligreses se encontraba mejorar los servicios públicos de la ciudad, ya que el problema del agua los tiene cansados. “Muchos no tenemos agua y nos toca comprar en cisternas, eso cada día está más costoso y no podemos costearla, le pido a San Juan que nos eche una manito con eso” contó esperanzado, José Pérez.
Con rosarios en mano y arrodillados en la iglesia, elevaban plegarias para que la venta de comida se regule y aparezcan los rubros de primera necesidad ya que cuentan que son horas y horas las que pierden en las colas.
Algunas actividades que eran tradición para esta fiesta quedaron en el olvido, las amanecidas el 24 frente al templo compartiendo y cantando quedó atrás, recuerda Yunidel Durán, debido a que la inseguridad de la zona se los impide y ahora deben recogerse temprano.
Las visitas de los turistas también se vio reducida este año, los costos de la comida y el hospedaje influye en esta ausencia.
La fiesta arrancó con el desfile cívico militar a las nueve de la mañana, desde la redoma San Juan hasta la Plaza Bolívar honraron al santo, luego comenzó la misa solemne a cargo de Monseñor José Castillo quien aconsejó a los jóvenes duaqueños que se guíen por el camino de la oración para acercarse a Dios.
Con limitaciones
Para no pasar por debajo de la mesa la celebración, la iglesia y el Padre Luis Hernández organizaron actividades sencillas pero recreativas y culturales donde los niños de las escuelas del casco central tuvieran participación y la oportunidad de honrar a San Juan.
A las tres de la tarde, la imagen fue sacada del templo mientras era recibida por “Los Cantores de Velorios” quienes entonaron La Salve acompañados por sus respectivos cuatros.
Luego los chamos del Colegio Padre Díaz protagonizaron la primera obra de misericordia, “Dar de comer al hambriento” acompañada de un baile con alumnos de sexto grado para dar inicio a la procesión.
Cinco cuadras de la avenida Tricentanaria estaban adornadas por obra de mimos, lecturas y cantos de las escuelas de Duaca, entre ellas Rafael Castillo y Efrain Colmenarez Jiménez. Al final de la recorrida la procesión retorna a la iglesia para picar una torta por los 396 años que cumple la “Perla del Norte”.
Pero en años anterior, estas obras se realizaban en carrozas que recorrían todas las calles de la ciudad, pero debido a los altos costos tuvieron que eliminar esa opción y decidieron hacerlo de forma estacionara, es decir en cada esquina explico el Padre de la parroquia, Luis Hernández.
A pesar de la fe y devoción que le tienen a San Juan, las velas y flores quedaron en el olvido, en esta oportunidad no se vieron como en años anteriores, antes se colocaban varios tobos debajo de la imagen para que los ramos no se marchitaran tan rápido, pero ya ni uno se ve, así lo cuenta Reina Romero quien tiene 23 años trabajando como voluntaria en la iglesia, “el bolsillo esta flojo, antes esto se llenaba de flores y velas pero ahora solo hay cinco velones y no creo que coloquen más” expresó Romero.