José Najul | LA PRENSA.– En la penumbra de la madrugada, decenas de camiones, recien llegados con frutas y verduras frescas, esperan para entrar a Mercabar. Las horas pasan y, sólo cuando la desesperación y el calor a media mañana se apoderan de los ánimos, es cuando logran traspasar.
La raíz del problema, denuncian los usuarios, reside en el “desorden que hay entre la Guardia Nacional y el Ejército”. Ambos cuerpos se han apoderado del mayorista por orden presidencial, y los dos piden los mismos papeles a los comerciantes, dos veces, para ingresar al área de “La Playa”, que es donde se expenden abiertamente las mercancías.
En la entrada la GN les pide, por primera vez, la guía, que es el documento en el que se traza el recorrido. Una vez que se revisa, y que lo contrastan con la mercancía, traspasan el primer umbral.
Pero cuando llegan a “La Playa” tienen que volver a pasar por el mismo proceso.
Lo peor es que la inseguridad sigue igual que siempre. Además, en la madrugada nos exponemos en la calle con los camiones”, dice un usuario que pidió no ser identificado.
Por otra parte, aseguran que los problemas de inseguridad, drogas y prostitución de menores de edad siguen.
Aumenta
La afluencia de vendedores de frutas y hortalizas se incrementó mucho durante este fin de semana porque, como empiezan las clases, los comedores iniciaron sus compras. Esta misma situación, sumada al conflicto que hay para ingresar a las instalaciones, generó el desorden durante las primeras horas de la mañana de ayer.