LA PRENSA.- Una de las voces más esperadas en el escándalo de los cuatro nadadores estadounidenses en los Juegos Olímpicos era la de Michael Phelps. El atleta fue cauteloso ante la delicada situación de sus compañeros, quienes denunciaron un robo para desvincularse de un incidente que provocaron en una gasolinera de Río de Janeiro.
«Hay buena gente encargándose de ellos –James Feigen, Ryan Lochte, Gunnar Bentz y Jack Conger–, entonces hay que esperar», dijo el atleta más laureado de todos los tiempos ante unos periodistas que lo sorprendieron al salir de un Starbucks en Scottsdale, Arizona, según contó la CNN.
El único de los cuatro nadadores que habló al respecto fue Ryan Lochte, porque logró volver a los Estados Unidos. Sus compañeros siguen en Brasil mientras avanza la investigación.
El campeón en los relevos 4×100 de natación escribió en Instagram:«Quiero disculparme por mi comportamiento el pasado fin de semana (…) por no ser más cuidadoso y sincero en la forma en que he descrito los acontecimientos de aquella madrugada».