William Croes | LA PRENSA.- En enero, la arepa se pondrá más dura para el venezolano. Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, señala que están paradas las tres plantas procesadoras de maíz blanco y que la producción de la harina precocida llegará hasta comienzo de 2017. El empresario, sin tapujos, le atribuyó la escasez al Gobierno nacional que con sus políticas ha acabado con la agricultura.
El maíz blanco es la materia prima para la elaboración de la tradicional arepa. El rubro perdió la rentabilidad en toda la cadena. Para los productores, el precio que cubre los costos es de 240 bolívares por kilo, pero actualmente por gaceta nacional se encuentra regulado a Bs. 96,50.
“Han acabado con la agricultura nacional”, expresa Lorenzo Mendoza, quien en su visita a Barquisimeto, específicamente al auditorio de la UCLA, dedicó el final de su conversatorio para tocar el tema de la escasez de harina precocida que tendrá el país desde enero debido a la pérdida de rentabilidad.
Mendoza se refirió a la cosecha 2016 como la peor de los últimos 35 años. Se cosecharon sólo 460 mil toneladas, cuando hace 10 años se producían un millón y medio, y el país se autoabastecía del rubro.
El precio de venta de la harina precocida tampoco cubre los costos de producción del sector industrial. Procesar un kilo de maíz cuesta Bs. 190, que está por encima del costo de un paquete de harina precocida. “El precio no es rentable, y menos, cuando para un kilo de harina se debe procesar kilo y medio de maíz”, explica Mendoza.
Con la agroindustria contra las cuerdas, la representación de Empresas Polar pidió aumentar el precio del paquete de un kilo de harina de maíz a Bs. 770. La propuesta considerada por Mendoza como de ganar – ganar para empresa y Gobierno al ser desestimada genera la posibilidad de volar del mercado la marca que abastece a más del 45 % del mercado nacional.
“Sin maíz no podemos hacer magia. Y el único monopolio que existe es el del gobierno que impone condiciones horrorosas para productores y la empresa privada”, indica Mendoza, quien rechaza que mientras el Gobierno se niega a aumentar el kilo a Bs. 770 lo importa a 2 mil 500 a través de planes de abastecimiento complementarios por medio de las gobernaciones.