Osman Rojas | LA PRENSA.- Acostarse sin comer se ha vuelto una constante en muchos hogares venezolanos. La escasez de alimentos y el alto costo que tienen rubros como el arroz, la pasta o la harina en las bodegas ha cambiado el hábito alimenticio de las personas y, según el grupo político “Venezuela tiene futuro” el 43 % de los venezolanos no consume sus tres comidas al día.
“Preocupa mucho lo que estamos viviendo hoy día. Los hogares venezolanos están improvisando para poder alimentarse y hemos visto cómo las personas pierden peso de forma abrupta”, dijo Linda Castellanos, vocera del grupo Venezuela tiene futuro.
El sector más afectado por la escasez de alimentos es la población infantil. Los datos que maneja el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga de Barquisimeto reflejan que el 25 % de los pacientes que son atendidos en la institución presentan algún grado de desnutrición. “Ahora mismo vemos lo que dicen los libros y que antes no habíamos visto. Cada vez son más los niños que llegan con fallas en el peso y en la talla”, aseguró la doctora Idabelis Arias, subdirectora del Hospital Pediátrico.
La especialista ve con preocupación el hecho de que las personas se estén acostumbrando a comer carbohidratos únicamente cuando reciben la bolsa del CLAP. “En las escuelas se ven casos de niños que almuerzan una galleta y un jugo porque no tenían nada más”, dijo. La Prensa realizó una visita a varias comunidades al oeste de Barquisimeto, donde comprobó la dramática situación a la que están expuestas muchas de las familias larenses que a diario no tienen qué comer.
“Cuando no hay que comer vamos a las casas vecinas y le decimos que nos ayuden con la comida de los niños, ellos son los que nos preocupan”, dice un poco avergonzada Mirian Zambrano, habitante de El Garabatal. La señora asegura que en su casa ella y su esposo trabajan, pero el sueldo no les alcanza y con pena cuenta que a mitad de quincena deben recurrir al fiado o a la bondad de sus conocidos.