William Croes | LA PRENSA.- Las ventas en licorerías y bodegones se desplomaron por el alto precio de las bebidas nacionales e importadas. Las proyecciones de dueños y encargados para las fiestas navideñas es de pronóstico reservado. Esperan que ocurra un milagro y que se disparen las ventas que no terminan de arrancar, a pesar de los intentos en las promociones en licores nacionales.
Para los licoreros, las ventas de noviembre son generalmente muy buenas, incluso dos años atrás eran mejor que en diciembre porque es un mes donde les permite ver cómo se moverán las fiestas navideñas, y este año la caña no figura entre las prioridades de los consumidores que manifiestan beber lo que les permita su bolsillo.
El 2016 ha sido muy difícil para el gremio. Este año tuvieron que lidiar con la escasez de cerveza y el constante incremento en las bebidas importadas y nacionales, y además un incremento en materia de aranceles tributarios que los tiene contra la pared.
La cerveza dejó de ser el producto más vendido. “En diciembre pasado vendíamos entre 80 y 100 cajas semanales. Ahora sólo despachamos 30 y porque las personas han comenzado a cobrar sus aguinaldos y los fines de semana se animan un poco más”, expresa Obdulio Daza, un licorero que sin ánimos de ser pesimista no se hace falsas expectativas sobre las últimas fiestas del año.
Lo que menos movimiento tiene en las estanterías es el whisky importado. En lo que va de año ha aumentado un 220%. Una botella de la bebida 12 años en diciembre de 2015 se compraba en Bs. 25 mil, pero ahora se exhibe entre 75 y 85 mil, dependiendo de la marca.
Para el consumidor común comprar una botella de whisky 12 años es un lujo. Pagar Bs. 80 mil equivale a casi cuatro sueldos mínimos, y más del aguinaldo que el gobierno le dio a los pensionados.
“Este año celebraré con una botella de un buen ron, porque el whisky importado y nacional está muy caro”, expresa Olsandre Vargas, quien se inclina por las bebidas nacionales para celebrar en Navidad, porque prefiere darle mayor peso a poder comprar los alimentos para preparar el plato navideño.
La pelazón ha sacado de la lista de los consumidores bebidas que eran tradicionales para celebrar las fiestas navideñas y de fin de año. Una botella de ponche crema cuesta casi 10 mil bolívares, mientras que el vino champañizado para celebrar la llegada de Año Nuevo cuesta entre 5 mil y 12 mil bolívares, dependiendo si es importada o nacional.
Combos resuelven
Las promociones son las que mantienen vivas a las licorerías. Las personas van de negocio en negocio en busca de una buena golilla que puedan aprovechar, para así resolver sus fiestas.
“Lo que más buscan son los combos de ron y vodka con jugo o refrescos”, expresa Daza, quien en un fin de semana puede vender hasta 14 combos de ron con un refresco de litro y medio, una bolsa pequeña de hielo y un par de vasos por 8 mil 500 bolívares.
A diferencia de años anteriores, las personas dejarán de comprar ciertas bebidas nacionales e importadas, y hay una buena cantidad de consumidores que se han inclinado por las ventas artesanales de cocuy.