Estados Unidos enfrenta un cierre de gobierno después de que los republicanos y demócratas no consiguieron llegar a un acuerdo presupuestario este pasado martes 30 de septiembre.
El Senado, controlado por los republicanos, votó un proyecto de ley de gastos temporales que ya había fracasado una vez. Los demócratas querían modificar el proyecto de ley para ampliar las prestaciones sanitarias de millones de estadunidenses que expiran a finales de año, a lo que los republicanos dijeron que deben abordar esa cuestión por separado, y no lograron un acuerdo.
Las agencias federales, por su parte, habían publicado planes detallados para cerrar las oficinas de investigación científica, atención al cliente y otras actividades no consideradas «esenciales», y enviar a miles de trabajadores a casa.


Cualquier acuerdo de última hora también tendría que ser aprobado por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, que no se reunirá hasta el miércoles, después de que expire la financiación.
No es la primera ocasión que sucede el cierre de gobierno en Estados Unidos
Los enfrentamientos relacionados con el presupuesto se han convertido en una rutina en Washington a medida que la política del país se ha vuelto cada vez más disfuncional, aunque a menudo se resuelven en el último minuto. El gobierno cerró por última vez durante 35 días en 2018 y 2019, durante el primer mandato de Trump, debido a una disputa sobre migración.
En cuestión están 1.7 billones de dólares que financian las operaciones de las agencias, lo que equivale aproximadamente a una cuarta parte del presupuesto total de 7 billones de dólares del gobierno. Gran parte del resto se destina a programas de salud y jubilación y al pago de intereses de la creciente deuda de 37.5 billones de dólares.