William Croes | LA PRENSA.- Para comprar un cartón de huevo y un refresco de dos litros se necesita un fajo de 67 billetes de Bs. 100, una cantidad que se le hace muy cuesta arriba a los consumidores tener encima, por lo que muchos prefieren hacer sus compras en negocios con puntos de venta y le sacan el cuerpo a las bodegas que se manejan a la vieja usanza.
La pérdida del valor de la moneda ha afectado también a los bodegueros ubicados en las zonas populares. Muchos no disponen de un punto de venta para hacer transacciones y esto ha representado una pérdida para sus negocios porque son muy pocos los clientes que se manejan con grandes cantidades de papel moneda.
“Si saco del cajero me da solo 12 mil bolívares diarios, eso es mucho billete para llevarlo en la cartera. Por lo general no cargo mucho efectivo y prefiero pagar todo con tarjeta de débito”, expresa Leisa Manzanares, una habitante del sector dos de La Carucieña que solo recurre a la bodega para comprar productos puntuales y cuando tiene dinero en mano.
Bodegueros manifiestan que es un dolor de cabeza el asunto del efectivo porque cada vez menos personas tienen tanto dinero para comprar las cosas que cada vez son más caras y por ende se necesitan mayor cantidad de billetes.
“Muchas personas me preguntan si me pueden hacer transferencias bancarias o que me lo pagan después, pero es muy inseguro porque muchos se van con la cabuya en la pata”, expresa Rómulo Díaz, un bodeguero con 15 años de oficio del cual este último ha visto como la gente compra puras cosas que cuestan menos de 2 mil bolívares.
Hay muchas bodegas que tampoco aceptan los billetes de baja denominación. Se manejan con los de Bs. 20, 50 y 100, y argumentan que los de menor valor les son un estorbo porque nadie se los quiere recibir ni como un vuelto.