Milgreddy Pérez | LA PRENSA.- Cuando llegó a Río la Villa Olímpica todavía no estaba vestida de gala, faltaban diez días para iniciar las competencias y aún hacían algunas construcciones. “No era lo que esperaba, estaba algo sucia, pero desde que puse un pie en el aeropuerto sólo di gracias a Dios por estar allí”, relata Antonio Leal, floretista larense que hizo su debut olímpico el 6 de agosto.
Aunque prefiere concentrarse en lo positivo, las fallas de logística perjudicaron la planificación del esgrimista. El día de competencia, el autobús que estaba dispuesto para llevarlo a la arena lo dejó y sólo pudo llegar media hora antes del combate, cuando lo regular es llegar al menos con dos horas de antelación para prepararse.
“Cuando uno compite tiene que calentar la mente y el cuerpo, uno debe visualizar en combate y no pude hacerlo”, dice Leal, quien antes de caer 15-7 esa mañana ante el canadiense Van Haaster, lo había vencido en dos ocasiones, en el 2013 y en el 2015.
Leal espera que el resto de los venezolanos consigan buenos resultados y eso favorezca el apoyo a todas las disciplinas.
La próxima temporada de la esgrima comienza el 16 de enero con un torneo en París, Leal espera apoyo para asistir.