Valladares/Croes | LA PRENSA.- Las aulas de clases se mantuvieron vacías durante el primer día del calendario escolar. La asistencia de los chamos fue escasa y la inconformidad ante el sueldo de los profesores y despidos injustificados de directivos se hizo sentir en distintos puntos de Lara.
Decenas de maestros estadales volvieron a manifestar frente a la gobernación para exigir a Henri Falcón el pago de los dos aumentos otorgados por el presidente Nicolás Maduro.
“Los maestros nos estamos muriendo de hambre, 4 mil bolívares quincenal no alcanza para nada y Falcón lo único que hace es burlarse de nosotros”, exclamó molesto Ricardo Rojas, secretario general del Sindicato Unitario del Magisterio del estado Lara (Sumalara).
Con pancartas los profesionales de la educación expresaron el descontento con el último pago realizado el pasado viernes, correspondiente a la última quincena de septiembre, ya que fue sin ningún tipo de aumento.
“Él (Falcón) canceló de manera lineal, sin tomar en cuenta los cargos y tipos de profesores, todos cobramos lo mismo. Estamos cansados de tanta injusticia, así no podemos dar clases”, aseguró Lidday Moreno mientras firmaba una hoja de asistencia por parte del sindicato.
El comienzo a clases se verá interrumpido por esta semana, debido a que para hoy y el miércoles los profesores realizarán una protesta de “brazos caídos”, asistirán a las instituciones sin recibir a alumnos hasta no recibir un pago digno por parte del gobernador.
Por su parte, los educadores estadales del municipio Jiménez también protestaron ayer al alegar que tienen un salario de hambre de cuatro mil bolívares semanales.
Se desata la molestia
En el preescolar Jacinto Lara del sector Macías Mujica al oeste de la ciudad, los representantes impidieron el comienzo de clases porque estaban en contra del despido de la directora Carmen D’ Oliveira, quien lleva más de ocho años en el cargo y ayer mismo fue notificada del nuevo cambio.
De inmediato el apoyo de la comunidad se hizo sentir y con pancartas frente a la institución, exigían una votación popular para escoger el nuevo directivo que manejaría el plantel educativo.
“No hay un motivo para el cambio de directora, los representantes nos oponemos a esta decisión arbitraria”, exclamó Iris Antiche, quien tiene a sus dos hijos pequeños estudiando en el preescolar.