Venezolanos se exponen a riesgos al decir las claves de sus tarjetas bancarias en público

En el país los venezolanos ha normalizado divulgar sus claves de la tarjeta de débito y su cédula de identidad al momento de realizar una compra con punto de venta. Algo que para otras naciones representa un alto riesgo de seguridad, los venezolanos lo hacen como un gesto cotidiano, a pesar que esto ha dado pie a la proliferación de estafas y robos digitales.

Especialistas en comercio electrónico, seguridad e informática, alertan que, en la actualidad, los venezolanos pecan de crédulos y hay usuarios que incluso prestan sus tarjetas y cuentas bancarias sin medir los riesgos que esto representa.

Esta práctica se viene dando en Venezuela desde 2016, en el momento en que aumentaron las transacciones electrónicas por la escasez de bolívares en efectivo, y se intensificó con la pandemia. Los comercios comenzaron a solicitar las claves bancarias de las tarjetas a vox populi para agilizar las filas de personas al momento de pagar, y los venezolanos se acostumbraron a no tener privacidad sobre esa información por comodidad.

«La documentación es personal, que no la debe saber nadie. Esto le ha facilitado a los delincuentes el robo de identidad bancaria», opinó Dioni López, sociólogo. Claudio Rivas, secretario de la Federación de Trabajadores Bancarios (Fetrabanca), asegura que es frecuente el robo de tarjetas de débito. A veces, los venezolanos le entregan otra tarjeta luego de hacer la transacción sin que se den cuenta, o incluso en zonas de la capital como Catia, El Valle, El Cementerio han aumentado los robos de bolsos, carteras y celulares, porque los antisociales saben que las personas suelen tener guardadas ahí sus claves bancarias sin ninguna previsión.

El presidente de la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico (Cavecom-e), Richard Ujueta, informó que los venezolanos más vulnerables de este tipo de delitos suelen ser personas mayores de 50 años. Y que actualmente la banca venezolana ha hecho esfuerzos para contrarrestar estos riesgos, haciendo que sus tarjetahabientes se cambien a la «tecnología contactless»; es decir, a usar tarjetas que permiten realizar pagos y otras transacciones simplemente acercándolas a un dispositivo sin necesidad de contacto físico y sin divulgar claves.

En Venezuela, desde 2020 el comercio electrónico ha tenido un crecimiento exponencial de 4000%, pero reconoce que también es el más informal de Latinoamérica, por eso enfrentan grandes retos en materia de ciberseguridad.

Actual modus operandi que afecta a venezolanos

Cada vez más venezolanos han denunciado en redes sociales, que a través de un mensaje de texto un delincuente que se hace pasar por una institución bancaria, notifica a las personas que les han asignado una tarjeta de crédito, invitando a la gente a darle clic a un enlace que los redirecciona a una página web, idéntica a la de esta institución.

El robo se da cuando el usuario ingresa sus datos personales y le envían otro mensaje de texto con un código. Quienes introducen este número, automáticamente pasan a ser víctimas del vaciado de sus cuentas bancarias. Desde las entidades financieras y Cavecom-e piden a los ciudadanos estar alertas a estas estafas.

Según Luis Izquiel, abogado y criminólogo, los cibercriminales aplican técnicas de robo de datos que se utilizan a nivel internacional. Algunos lo hacen estando en Venezuela y otros desde el exterior, porque la impunidad de estos delitos suele ser muy alta.

Técnicas de ingeniería

Cada vez, los hacker utilizan tecnología más avanzada. Alcides León, ingeniero en computación, explicó que cualquier persona debe tener suspicacia si le llegan mensajes de texto sobre la entrega de bonos, asignación de créditos, de tarjetas, anuncios de premios o hasta la asignación de carros o casas por parte del Gobierno, porque son ofertas engañosas.

«Los delincuentes están utilizando plataformas similares a la de los bancos, y se roban sus credenciales. Las plataformas, incluso redirigen el tráfico de la web hacia el sitio de verdad, pero una vez que obtengan las contraseñas de los usuarios. Así teniendo el control sobre la cuenta realizan un traspaso a una ‘cuenta mula’…Según la ley, si tú hiciste una transacción desde tu plataforma electrónica con tu clave, la persona que lo recibe no es responsable y ni siquiera tiene la obligación de devolver el dinero. Tampoco el banco responde porque tú hayas hecho mal uso de tu clave y tus datos de acceso», advierte León.

Richard Ujueta, presidente de Cavecom-e, sostiene que las personas no deben hacerle caso a los tokens (códigos) que les lleguen, porque si la información no la ha solicitado personalmente estará ante un phishing (ciberdelincuencia). También deben estar precavidos a los enlaces o URL que visiten.

«La última modalidad es que los estafadores se inscriben en eventos públicos o pagos, con la intención de ingresar a una comunidad de usuarios, allí obtienen los correos o números telefónicos de los participantes cuando se crean grupos de WhatsApp. Al obtener esa información comienzan a llamar a las personas, diciendo que son miembros del evento, que la fecha se cambió y que necesita llenar una nueva planilla con sus datos personales. La gente termina engañada», exclamó.

Luis Izquiel, criminólogo, sostiene que la ciberdelincuencia se reinventa a diario. También es muy frecuente la creación de perfiles falsos copiando la imagen de grandes tiendas de electrodomésticos que ofrecen el servicio de delivery, muchas personas han hecho un pago móvil comprando un artefacto, sin percatarse que el perfil no es el verificado de la empresa.