Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La reinfección no queda descartada en esta pandemia por COVID-19, pero tampoco debe ser confundida por una recaída por secuelas, pues existen unos 200 casos confirmados en el mundo. Así lo advierte el infectólogo Julio Castro, ante el 75% de recuperados que luego de 7 meses puede tener el descenso de anticuerpos que puedan proteger al organismo.
«No sabemos si será más fuerte y cómo reaccionará cada paciente», señala ante lo riguroso del protocolo con varios cultivos virales para determinar cada estudio. Pero es esencial confirmar ese diagnóstico, que en algunos casos, pueda ser más agresivo que la primera ocasión. Todo es relativo y lo pertinente es continuar con el control por especialistas como nefrólogos, cardiólogos, gastroenterólogos y otros. Además de seguir obligatoriamente con las medidas de prevención como usar el tapaboca, higiene de las manos, evitar aglomeraciones, entre otros.
Una carrera sigilosa mientras no se tiene el tratamiento para acabar con esta pandemia y se espera la aprobación de la efectividad de las vacunas, como una luz entre la penumbra y a la velocidad de una carrera contrarreloj por la industria farmacéutica entre las vacunas china, la rusa Sputnik V, Moderna, Pfizer-BioNTech, entre otras cuya efectividad supera el 90% y solo queda superar las últimas fases de estudio.
«Estamos aprendiendo con esta enfermedad y se ha puesto mucho entredicho», asegura Jaime Lorenzo, titular de la organización Médicos Unidos de Venezuela, sobre lo cambiante de este coronavirus que lleva a descartar hipótesis y determinar que más allá de la pulmonía, también figura la embolia pulmonar, en la que se obstruyen las arterias por un coágulo de sangre.
Define al misterio en torno a las pruebas y PCR, como una etapa de oscurantismo en información. Un indicio que puede ser nocivo para identificar realmente los síntomas y lograr confirmar que el paciente enfrenta una reinfección.
Según los expertos los estudios siguen avanzando a la velocidad, de un virus que puede mutar tan fuerte, al punto que se conocen 3 nuevas cepas. Una de éstas que a pesar de no ser tan mortal, es peligrosa por el alto índice de contagios. La reacción es relativa, de acuerdo a cada organismo y con el agravante que puede ser más agresivo en su segundo intento.
Las mutaciones tienen mucha tela por cortar, al considerar que en Reino Unido iba a una velocidad tan rápida como la gripe. De allí, la importancia del monitoreo y sin caer en las especulaciones de anticiparse a un estadio, cuando se pueda tratar de sospechas por síntomas de secuelas.
Son motivos suficientes para que la epidemióloga Carmen Torres, insista en que el paciente se tome en serio la gravedad del COVID-19 y acepte que la inmunidad no fue reconocida. «Nunca sabemos si volvemos a caer«, advierte de la proliferación de cepas que son muy cambiantes.
Los especialistas llaman a no confundir y dejar pasar síntomas, asumidos como una recaída, cuando realmente se regresó a la reinfección. Esto puede evitarse con las medidas extremas de bioseguridad, a partir del higiene, uso correcto de tapaboca y cumplir el distanciamiento, con la debida ventilación en espacios cerrados.