Maryerlin Villanueva | LA PRENSA DE LARA.- Cansancio, hambre y sed es la compañía de los migrantes venezolanos que vienen caminando desde el interior del país, con rumbo hacia la frontera para poder cruzar hacia Colombia, en búsqueda de una mejor calidad de vida.
Muchos connacionales ven en el exterior, un nuevo comienzo y por ende, deciden iniciar la travesía como una «peregrinación» en medio de la pandemia por el Covid-19, que ha dejado miles de muertos en todo el mundo.
Es este el caso de Arturo Reyes, quien proviene del estado Aragua y tiene como destino la ciudad de Barranquilla, en el departamento del Atlántico, y que producto del bajo salario que percibía no tuvo más remedio que emigrar.
Lo hace en compañía de su «hermano del alma» y sus dos hijos, sin embargo, no creyó que su traslado hacia el estado Táchira fuera tedioso, pues ante la falta de transporte, la mayoría de su movilización ha sido caminando.
«Nos hemos venido por escala y caminando, así nos ha tocado en los tres días que llevamos de viaje, lo que esperamos es que con la ayuda de Dios podamos pasar a Colombia» expresó.
Indicó que lo que recibía como sueldo no le alcanzaba para comer y al tener varios miembros de su familia a cargo, tenía que salir a resolver la comida diaria.
«No se conseguía trabajo, todo está muy caro, es por eso que decidimos mejor irnos y dejar atrás a nuestras familias» apuntó.
José Pérez, laboraba arreglando equipos electrónicos, pero la crisis económica, hizo que mermara su trabajo y como consecuencia sus ingresos de dinero para su hogar.
«Decidí irme porque lo que viene es peor, la situación no va mejorar, así que con la ayuda de Dios esperamos conseguir un trabajo y salir adelante para luego mandar a traer a nuestras familias» dijo.
Las matracas
Contó que para pasar entre estados, se someten a «matracas» por parte de los efectivos de seguridad, por lo cual, al llegar a la región ya no contaban con dinero para pagar en otras alcabalas.
«Eso piden y piden, te van quitando de dos dólares, hasta que te dejan sin plata, pero pese a eso tenemos que seguir porque este país no va cambiar hasta que siga ese Gobierno ahí» apuntó.
En el camino, se encontraron a otras personas quienes tienen el mismo rumbo, por lo cual con ellos han dormido en la vía al caer la noche.
Para la comida, poco es lo que llevan, solo en el punto de control de La Pedrera, unas personas se solidarizaron y les brindaron hidratación y alimentos para que continuaran su camino hacia Barranquilla.
Fuente informativa: La Prensa del Táchira.