lunes, 14 octubre 2024
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Siembra por contrato, tabla de salvación para la agricultura

Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Desde este jueves, 19 de abril y hasta hoy viernes se ha desarrollado en Carora, municipio Torres la Asamblea Anual 2023 de Fedeagro, en donde, a través de ponencias, gremios productivos de Colombia han explicado experiencias exitosas en el uso de fondos de fomentos privados para incrementar la producción del sector agropecuario, que se podría replicar en Venezuela ante el menguado crédito bancario que existe. Celso Fantinel, presidente de Fedeagro, informó que ya en el país algunos productores están optando por la agricultura por contrato para garantizar la venta de sus cosechas anticipadamente, y acordar precios justos con la agroindustria sin que interfiera el control del Gobierno nacional. Esta ha sido una manera de protegerse de la alta inflación del país.

«La agricultura por contrato es una forma legal de garantizar una venta en el sector primario. Por ejemplo, los productores de arroz requieren, cuando están sembrando, o vayan a cultivar, tener garantizado con la industria una compra, un precio, un volumen, una cantidad. Eso permite que puedan estar más tranquilos, planificar su cultivo mejor y ver la rentabilidad temprana de su cultivo». Así lo informó Luis Bernal Vergara, asesor de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) en Colombia. También garantiza que los alimentos no se queden mucho tiempo en los silos y que no se paguen por debajo de los costos de producción.

Este sistema legal requiere garantías mínimas para el comprador y para el vendedor. «Debe haber una concertación sobre costos de producción, sobre cómo están los precios en el mercado internacional si se trata de commodities, tomar en cuenta cómo está la dinámica de la cadena productiva. Lo que se busca es que haya garantía, incluso el precio del rubro puede fijarse cuando la cosecha salga bajo acuerdos claros», comunicó.

A través de esos contratos la industria puede aportar parte del financiamiento que necesita el productor antes de sembrar y así pueda comprar fertilizantes, semillas y combustible. Una vez se logre la cosecha se descuenta del precio acordado entre las partes.

«En Colombia la dinámica es diferente, allá el crédito fluye, hay apoyo por parte del Gobierno, los agropecuarios gozan de varios subsidios para incentivar la producción y la seguridad alimentaria. Pero creemos que en Venezuela el sector privado se puede unir y hacer sus propias reglas de comercialización y de fijación de precios, sin necesidad del apoyo del Estado», exclamó.

Celso Fantinel, presidente de Fedeagro, explicó que actualmente la cartera de crédito agrícola en Venezuela se ubica en 124 millones de dólares, y aunque ha aumentado desde 2020 a la fecha 210% para que la nación logre obtener los niveles de producción de alimentos que hubo en 2012, antes que se registrara una contracción del 75% del tamaño del Producto Interno Bruto (PIB), se requeriría un financiamiento bancario de 1.500 millones de dólares anualmente, durante un lustro.

Parafiscalidad

Henry Vanegas, gerente de Fenalce, indicó que una segunda alternativa para poder tener fondos de fomentos privados en Venezuela es a través de la parafiscalidad. Se trata de un aporte que dan los agropecuarios una vez que obtienen las ganancias brutas de las ventas de una cosecha, aporte que es retenido como un impuesto.

Si el productor comercializa cereales se le retiene el 0,5% de sus ingresos brutos y para los demás rubros se retiene el 0,7%. Esos fondos en Colombia sirven para financiar la investigación agrícola, asistencia técnica, adecuar el control sanitario, organizar y desarrollar la comercialización, fomentar la exportación y promocionar el consumo, además de regular la oferta e incentivar programas económicos sociales y de infraestructura.

Son fondos que no toca el gobierno colombiano ni son parte del presupuesto de la nación, aunque el Estado sí los puede fiscalizar o aplicar controlaría. Pero básicamente los manejan los gremios productivos. Para lograr este tipo de fondos es necesario crear una legislación.

Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras, explicó que en Venezuela desde el 2005 existe la Ley Orgánica de Reforma Parcial del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti), que se creó con la idea de que funcionara como un fondo para poder financiar proyectos de investigación agrícola, pero a su juicio con los años ha sido desvirtuada porque los recursos que aporta el sector privado no llegan a proyectos para impulsar la producción nacional.

Vanegas expresó que para poder lograr medidas alternativas de financiamientos, sólo se requiere la unión de los productores. «Venezuela tiene ventajas para producir alimentos por encima de Colombia, hay buenas áreas para sembrar, las unidades de producción tienen buena infraestructura, hay buenos silos para la poscosecha y mejor infraestructura de riego. Con alternativas de financiamiento rápidamente pueden volver a producir la misma cantidad de alimentos que en el año 2012», alegó el gerente.

Aumentarán producción

Celso Fantinel, presidente de Fedeagro, informó que a finales de abril comienza el ciclo de invierno en Venezuela, en donde se cultivan los rubros más importantes y consumidos del país, maíz y arroz. Proyectan que con insumos propios los agricultores podrán aumentar en un 40% la siembra de maíz en comparación a 2022, porque hay insumos para cultivar 350 mil hectáreas este año. En el arroz creen que podrán cultivar unas 100 mil hectáreas.

«Venimos aumentando la producción de alimentos progresivamente desde 2020. Si vemos los números hace 3 años en maíz estábamos en menos de 140.000 hectáreas sembradas, en arroz estábamos en 24.000 hectáreas. Caña de azúcar habíamos caído a 40.000 hectáreas y ya vamos por 56.000 hectáreas. Y lo más importante que con insumos de calidad, maquinaria y equipos somos más productivos y eso es lo que estamos buscando, ser más competitivos», comunicó durante la Asamblea Anual de Fedeagro.

Comunicó que volvió a ser reelecto presidente de Fedeagro, cargo que asumirá por dos años más y que asume con compromiso y orgullo. Asimismo precisó que por primera vez este gremio realizó una asamblea anual en una ciudad como Carora, que no es capital de un estado, pero tiene gran importancia agropecuaria en el país.

Salario debe ser justo

El presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, durante la Asamblea Anual de Fedeagro 2023, indicó que esperan que el presidente de la República, Nicolás Maduro, haga el anuncio del aumento del salario mínimo el 30 de abril. Indicó que a través del diálogo social donde desde hace un año participan las centrales sindicales del país, el sector privado, el gobierno nacional y la Organización Internacional del Trabajo, para buscar los mecanismos que permitan al Ejecutivo nacional decretar un sueldo mínimo justo, que perdure en el tiempo.

«Se han discutido las variables que han presentado los diferentes agentes sociales, en ese dialogo tripartito, variables socioeconómicas y productivas, variables internacionales ya establecidas, por ejemplo el Gobierno ha dicho que las sanciones internacionales influyen en la crisis económica, el efecto del gasto público de presupuesto de la nación, la recuperación del PIB. Todo eso lo hemos evaluado los tres sectores para saber cuál es la ponderación que se le va a dar a cada una de ellas y determinar un salario que no sea devorado por la inflación y logre estabilizar el ingreso de los trabajadores y de su familia», comunicó el representante gremial, durante su visita a Carora.

 

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