Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- «El Gobierno logró la batalla de la permanencia. Desde 2013 a 2021 a Maduro lo intentaron derrocar por todos los medios. Primero fue ‘La salida’, luego la Asamblea Nacional 2015, el interinato. En todos ganó la pelea, no fue derrocado, Maduro está allí, comienza a ser reconocido, en fin, logró una estabilidad precaria, autoritaria, donde no hay democrática ni libertad, pero hay estabilidad. Esa paz totalitaria que ha logrado a sangre y fuerza, no la va a perder. Por eso aplican condenas demasiado exageradas, de 16 años de cárcel contra líderes sindicales, como un mensaje ejemplarizante de: aquí no se prohíben las protestas pero seguro después de esto la gente se lo va a pensar antes de salir». Así lo expresó Ricardo Sucre Heredia, politólogo, comunicador social y psicólogo social.
Cree que la oposición debe resolver el tema de las inhabilitaciones políticas en las primarias. «Hay tres candidatos inhabilitados: María Corina Machado, Henrique Capriles y Freddy Superlano. si gana alguno tendrán que hacer como en Barinas 2022. Sentarse y decidir qué otro candidato puede enfrentar al oficialismo«, exclamó.
¿Qué mensaje intenta dar el Gobierno con la intervención de la Cruz Roja Venezolana?
El mensaje que intenta dar es un Gobierno que se acerca a sectores de la sociedad civil. A lo mejor hace unos tres o cinco años el Gobierno hubiese aplicado una intervención clásica, una junta directiva designada por el Ministerio de Salud. Hoy hay lo que yo llamo un sistema de comunicación entre élites chavistas y no chavistas. Eso no quiere decir colaboracionismo, entreguismo, cooptación. Es un sistema donde esas élites se comunican, donde plantean sus puntos, sus diferencias.
¿Por qué el oficialismo hace tanto énfasis en colocar como miembros esa junta interventora a empresarios como Ricardo Cusanno y Alberto Vollmer?
El Gobierno mejoró sus relaciones con el sector empresarial porque necesita producir, que la economía funcione y concienció que el sector privado es fundamental en sanciones. Segundo creo que el sector privado ya está preparado para ese acercamiento. Por mucho tiempo los empresarios confundieron su rol como factor político no para hacer propuestas en materia económica en el país. Con el chavismo se vio como un actor político pero para tumbar al Gobierno, sólo hay que recordar a Pedro Carmona Estanga, fue presidente de Fedecámaras, y presidente de fantasía de Venezuela por unos días cuando tumbó a Chávez . Esa guerra la perdió a un costo alto el sector empresarial, porque hubo expropiaciones, juicios, confiscaciones. Ahora hay un interés mutuo, el Estado quiere la producción y los empresarios quieren producir.
¿Cree que la cúpula empresarial se volvió más pragmática? ¿o está sirviendo sólo para dar un discurso demasiado positivo, empeñado en hacer creer que la economía del país está mejorando cuando los indicadores demuestran lo contrario?
El problema de los empresarios es que vienen de vuelta, de más a menos por actuar por décadas como actores políticos. El costo que ha pagado no es el mismo que ha pagado el sector político, ni siquiera el sector social que suena duro decirlo, por más que si las marchas y los muertos, hay un costo en términos de productividad, de cierre de empresas. En 1998 habían 12 mil industrias, ahora unas 2000, perdiste el 80% de tu tamaño, claro que ahora tienen que ser pragmáticos. Ahora yo diría que no maquillan la realidad, yo creo que todo el mundo está consciente de los problemas económicos del país, pero claro tampoco le puedes decir a un empresario que sea pesimista, sería una contradicción frente a lo que la parlaba significa. Tienes que decir que va a producir, que va a hacer el esfuerzo. Y tienen que buscar el equilibro para no terminar siendo voceros oficiosos del Gobierno. Simplemente le hagan la tarea al Gobierno de informar que el Gobierno no quiere hacer, porque el Gobierno no informa, no dice. Por ejemplo de servicios públicos hablan los consejos comunales, hablan la comunidad, pero no hay información oficial. Entonces ellos se están moviendo ahorita en un terreno mucho más exigente que cuando tumbaron a Chávez.
Usted ha dicho que con la intervención de la Cruz Roja, se da el primer experimento del poder compartido en Venezuela. ¿A qué se refiere?
Lo decía porque esa junta interventora de la Cruz Roja, tiene gente que es del Gobierno, como Rubén Limardo, pero otros que no son del Gobierno, son empresarios, académicos. Por eso decía que es una élite chavista y no chavista y tienen un espacio donde comparten el poder, tienen que tomar decisiones consensuadas.
Este mes también fueron condenados seis dirigentes sindicales a 16 años de prisión por protestar. ¿Tiene el Gobierno un temor de que las protestas laborales pueda escalar en el país?
Buscan un caso ejemplarizante. El Gobierno logró la batalla de la permanencia. Desde 2013 a 2021 a Maduro lo intentaron derrocar por todos los medios, pero ganó esa pelea, no fue derrocado, Maduro está allí, comienza a ser reconocido, en fin. El Gobierno a partir de 2021 siente que ya logró una estabilidad. Así se diga que es una estabilidad precaria. Maduro no va a arriesgar esa paz autoritaria que ha logrado. Por eso la protesta laboral que tuvo su punto más álgido hacia mediados del año pasado con el instructivo Onapre, ahí se dio cuenta que hay un malestar gigante por el tema de los servicios públicos, por la gestión pública, porque tiene una gestión pésima, mediocre, gris, que el crecimiento económico se estancó, entonces el Gobierno le corre a eso, y para evitar que el malestar se eleve aplica condenas exageradas contra sindicalistas.
El chavismo acaba de llamar a los candidatos de las primarias inhabilitados «traidores a la patria». El general Estrada Paredes dice que son falsos candidatos que buscan impactar negativamente la estabilidad política y el voto. ¿Tienen alguna posibilidad esos candidatos en unas presidenciales?
Las declaraciones del general Estrada Paredes se extralimitan, porque son unas declaraciones partidistas, es lo mismo que dice el PSUV. Siento que de alguna manera el general esta diciendo, bueno hay candidatos que nosotros en la Fuerza Armada no vamos a validar, no nos gusta y son los candidatos que promueven una salida insurreccional. No justifico la palabra del general, pero es una realidad. Aquí la oposición desde 2013 lo que ha tratado es de derrocar a Maduro. La presión y el quiebre llegó a su punto mayor con el expresidente de Estados Unidos Donald Trump. El Gobierno está claro en eso, la diferencia es que ahora actúa preventivamente. Es decir inhabilita a María Corina Machado, no va a esperar a que ganen las primarias, si la ganan tiene la primera posibilidad según las encuestas a que eso ocurra, porque eso puede levantar manifestaciones.
¿De no aplicarse una estrategia distinta la oposición estará dejando a los electores opositores sin opción política?
Yo no veo posibilidades de que se puedan inscribir en las presidenciales 2024 si gana alguno de los inhabilitados, que son tres: María Corina, Capriles y Freddy Superlano. Entonces ahí no hay posibilidad de eso. Yo creo que el Gobierno ve a dos potenciales exponentes de la insurrección, que son Superlano y Machado. Y en Capriles ve bueno un candidato que no es insurreccional, pero que tuvo un buen desempeño en dos campañas políticas, entonces no los van a habilitar. Ya creo que el gobierno ha sido muy claro en eso. La oposición también tiene que resolver sus propios problema.
¿Cree que la comunidad internacional puede presionar de tal manera que a Maduro no le quede otro camino que dejarlos participar?
Eso no va a ocurrir, de hecho por la inhabilitación de María Corina se pronunciaron 10 cancillerías de Latinoamérica. La comunidad internacional critica las inhabilitaciones, pero lo ve como un asunto doméstico de Venezuela.
¿El Gobierno quiere decidir el candidato opositor? Se lo pregunto porque estamos yendo a un escenario como el que pasó en Barinas 2022
Puede decidirlo, tiene la fuerza para eso, ahora no sé si lo quiere en el fondo, porque también al final del día el poder lo tienen los votantes. La oposición tendrá que discutir que hacer y tendrán que decidir una fórmula parecida a la de Barinas. Llegará una persona que pueda participar y que tenga las posibilidades de ganar, eso es lo que tiene que discutir. El ganador si es un inhabilitado tendrá que hacer como Freddy Superlano, tener la capacidad de sentarse y decir chévere, yo no puedo, qué otra persona que no esté inhabilitado puede ser el candidato unitario.