Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.-& ;»En Venezuela no luchamos contra un gobierno de naturaleza política, sino más bien de naturaleza criminal, por lo tanto los métodos convencionales de la lucha civil y democrática, como lo son las negociaciones y las elecciones no pueden aplicarse. Frente a una pérdida de soberanía, hablar de que vamos a construir a la nación simplemente conviviendo con el régimen que nos ha destruido, es un planteamiento temerario». Así lo considera Perkins Rocha, exmagistrado del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y coordinador nacional de Promoción de Valores del partido Vente Venezuela.
Argumenta que aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE), tenga dos caras opositoras entre sus rectores principales, el país está muy alejado de tener garantizados unos resultados electorales que se respeten. Indicó además que hay una pérdida de la unidad opositora por los mensajes «incoherentes«, que a su juicio han dado líderes como Juan Guaidó, desestimulando su movilización interna, y también a parte de la comunidad internacional. «La salida no ha sido constituida por el interinato, en consecuencia debemos construir una oposición con otra visión y otros líderes», sentenció.
¿Qué opinión tiene sobre el nuevo CNE que cuenta con dos rectores principales de oposición?
El gobierno controla las unidades internas del CNE que permanecen tal como las diseñó Tibisay Lucena y su equipo. Allí tienen el control de partidas de nacimientos ilegales, hechas por colombianos que ilegalmente introdujeron al país. Todo ese andamiaje permanece incólume. El régimen llama a una renovación entre comillas, colocando en vez de uno, ahora a dos representantes de la oposición, pero es que estos representantes de la oposición nunca van a llegar al fondo del cáncer que hay en el CNE. No tienen la capacidad ni política, ni financiera para poder modificar el CNE, y participarán grupos políticos de la oposición que fueron traidores a la causa de Guaidó.
¿Por qué usted considera que en las condiciones en que fue escogido ese Poder Electoral, participar en unas megaelecciones el 21 de noviembre no es presionar por condiciones democráticas?
Porque hay que considerar contra quién luchamos. Si luchamos contra una unidad política democrática tenemos que utilizar los métodos convencionales, que son negociación, elecciones y diálogo. Pero si contra lo que luchamos no es exactamente de naturaleza política sino un conglomerado de naturaleza criminal, los métodos convencionales de lucha civil y democrática no pueden aplicarse.
Guaidó planteó un acuerdo de salvación nacional. ¿Están dadas las condiciones para que la oposición democrática se siente nuevamente a negociar con el gobierno?
Una negociación con el régimen en las condiciones en que está el interinato nos coloca a los ciudadanos en la peor posición, porque para poder llegar a una salida lógica como la que necesita la mayoría aplastante del país, se requiere una oposición con alguna fuerza creíble, que pueda acorralar, que sea un medio de exigencia al régimen y que lo obligue a tener qué negociar. No se trata de encontrar un nuevo espacio en el sitio de reclusión, ni de cambiar de condiciones dentro de la prisión. No se trata de recibir un mejor alpiste dentro de la jaula, se trata de romper la jaula, se trata de liberarnos, de eso se trataría la negociación.
¿Cree que esta es una medida apresurada de Juan Guaidó, ante la pérdida de popularidad y el menguado apoyo en las convocatorias de calle?
Juan Guaidó actúa más que con premura con desespero por no encontrar el camino que se le ha planteado de constituir una fuerza interna en Venezuela que pueda conectarse con una fuerza institucional en el extranjero. Ninguna salida que se plantee en Venezuela puede tener una vía exitosa sino se cuenta con la comunidad internacional presionando.
¿Qué errores a su juicio ha cometido el interinato?
Plantear incongruencias. Por un Guaidó que llegó a pedir el principio de Responsabilidad para Proteger a Venezuela, una cláusula internacional que permite el auxilio de las naciones del mundo a un país cuando esté atravesando una grave crisis humanitaria y política. Se activó el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) dentro de la OEA, que permite el auxilio de estados americanos porque Venezuela fue tomada por fuerzas irregulares que dominan el territorio. Hemos pedido a la Asamblea Nacional electa en 2015 que se active la cláusula que permite constitucionalmente el establecimiento de una misión militar extranjera en suelo patrio de carácter humanitario y nada de esto es comprendido.
Esa vía de la intervención extranjera pareciera descartada por la comunidad internacional, ¿Por qué cree que las grandes potencias se inclinan ahora más por una salida negociada en Venezuela?
Es el resultado de posiciones erráticas porque cada vez que ciertos sectores opositores han tratado de lograr ayudas humanitarias contundentes o la liberación de Venezuela, se encuentran con posiciones distintas. Hay que recordar que la AN presidida por Juan Guaidó, permitió el ingreso de un grupo de diputados del chavismo que habían perdido sus cargos desde el inicio de su gestión porque los habían abandonado, y los aceptaron constituyendo un Comité de Postulaciones Electorales, que no llegó a nada. Entonces probablemente lo que tenemos es una comunidad internacional desmotivada, distinta a la que hace un año teníamos.
Estados Unidos ha respaldado la iniciativa de Guaidó de negociar con el gobierno, también España, y se plantea cambiar condiciones electorales por levantamiento de sanciones. ¿Qué tipos de sanciones internacionales pueden ser negociables?
Las sanciones económicas impuestas por los EE.UU, eventualmente tiene para determinados países del bloque europeo reciprocidad, porque hay pactos que así lo establecen, para que cuando ellos sancionan a alguien en Europa también haya estados que lo hagan. Eso es perfectamente negociable, lo que no puede eliminarse son los procesos judiciales que ya están instaurados en la Corte Penal Internacional (CPI), por delitos de lesa humanidad en Venezuela.
¿Esas investigaciones no las puede persuadir el gobierno haciendo creer que está cediendo el poder de las instituciones?
No. La CPI es un tribunal penal, existen más de seis querellas directamente instauradas contra personas individuales del gobierno venezolano. No contra el Estado venezolano, ni siquiera contra el régimen que es un conglomerado criminal, es directamente contra Nicolás Maduro y personas que directamente se relacionan con su entorno de gobiernos. Esas sanciones correrán y los resultados los veremos algún día. No olvidemos Maduro es el primer presidente que ha sido directamente denunciado por seis presidentes de estados soberanos del Estatuto de Roma.
¿Y a nivel económico qué busca un Nicolás Maduro flexible a los controles ante la comunidad internacional?
El régimen ha ido planteando un estilo de vida económico donde no hay control de los dos instrumentos políticos que cualquier Estado tendría en democracia: el control de la moneda, no hay una moneda nacional de libre circulación porque el bolívar murió como medio de pago y florece el dólar y otras divisas, y tampoco posee el control político ni la autonomía del Banco Central de Venezuela. La economía venezolana está sumida en una especie de selva anárquica, donde factores de comercio son los que imponen el precio ante una ausencia de controles. Y todo eso significaría para el régimen de Maduro el inicio de una nueva mutación para consolidar su proyecto socialista.
¿A qué se refiere?
El régimen arrancó con Chávez con unas elecciones, luego fue mutando hacia formas más autoritarias. A la muerte de Chávez ya era una dictadura, ocurre este pase de poder al señor Maduro estilo autarquía. El esquema totalitario, tiránico del gobierno venció. A 21 años de revolución el gobierno comienza a construir una nueva fachada, porque requiere legitimidad política para vender en el exterior un país confiable, un país que está recuperándose en medio de la pandemia. Donde los factores de comercio están importando y exportando y que además elige sus autoridades.
¿Qué peso puede tener el Vaticano en una posible mediación en las negociaciones entre gobierno y oposición?
La meta añorada de todo régimen autocrático, tiránico con naturaleza criminal es lograr divulgar de alguna manera la bendición papal en este acuerdo, porque buena parte del mundo Occidental, se tranquilizaría si observa que ese diálogo tiene el sello y la apuesta de la iglesia católica a nivel universal.
¿Cómo evalúa la participación del reino de Noruega en los diálogos que el gobierno tiene con otra oposición, cuyo líder más visible es Capriles Radonski?
El interés de Noruega es vender una imagen de apaciguamiento en Venezuela. Los factores de poder que existen en Noruega han recopilado intereses y capital económico para venderse como el gran formador de alianzas, y bueno necesita un punto más en su average, y Venezuela sería muy importante lograr una negociación que apaciguara la rebeldía, la protesta, y mantuviese de alguna manera una cara más amable de un régimen autocrático.