En Venezuela, la tuberculosis se ha convertido en una emergencia sanitaria que amenaza a miles de personas cada año. De acuerdo con un informe de la OPS, el país registra aproximadamente 13 mil casos anuales de esta enfermedad infectocontagiosa prevenible y curable que afecta principalmente los pulmones, aunque puede comprometer cualquier órgano del cuerpo.
La doctora María Gabriela Ghini, neumóloga y excoordinadora de la Unidad Antituberculosos de Barquisimeto, explicó que la situación se ha agravado considerablemente en los últimos años. «La tasa de incidencia se ha duplicado, pasando de 23 a 47 casos por cada 100.000 habitantes», entre 2022 y 2024, cita un estudio realizado por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Este incremento, aseguró, se debe principalmente a la precariedad del sistema de salud, la falta de acceso a estudios diagnósticos adecuados y la desatención a la población más vulnerable.
Al año mueren 300 personas en Venezuela
Según cifras reflejadas en el informe, en el país se registran 13.000 casos anuales de TB y 300 muertes asociadas a la enfermedad. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) continúa siendo una de las enfermedades infecciosas más mortales del mundo y es que cada día, cerca de 3500 personas pierden la vida por la TB y cerca de 30.000 personas enferman.
La OPS sostuvo que los esfuerzos mundiales para combatir la tuberculosis han salvado aproximadamente 79 millones de vidas desde el año 2000. Sin embargo, la pandemia de covid-19 y las desigualdades socioeconómicas han revertido años de progreso en la lucha contra la tuberculosis y han aumentado aún más la carga sobre los afectados, especialmente los más vulnerables.
«Por cada paciente con tuberculosis pulmonar, que es la que tiene tos y sale con BK positivo, se contaminan aproximadamente 20 personas, y de esas un 5% desarrolla la enfermedad», alertó la doctora Ghini. Además, aclaró que es posible portar la bacteria sin manifestar la enfermedad.


La situación se torna más crítica en la detección infantil. Los niños, especialmente aquellos con desnutrición o condiciones de vida precarias, son un sector particularmente vulnerable. Sin embargo, diagnosticarlos resulta complejo, ya que no pueden expectorar para realizar estudios convencionales.


«A los niños se les debe hacer un lavado de contenido gástrico o pruebas moleculares, que en teoría deberían realizarse en hospitales. Pero la realidad es que esos estudios no se están haciendo debido a la falta de equipos. Hace tres meses teníamos en el Dispensario Antituberculoso (del Hospital Luis Gómez López) una máquina para estudios moleculares, pero se dañó», comentó Ghini.
TB acecha en calabozos del estado Lara
La tuberculosis (TB) sigue siendo una condena para los privados de libertad y es que esto, a juicio de la doctora María Gabriela Ghini, se ha convertido en un problema de salud pública.
Las cárceles y calabozos policiales del país no escapan de las enfermedades. Los familiares de los detenidos han denunciado el aumento en los casos de tuberculosis.
La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) estimó un hacinamiento del 54% en las cárceles del país, donde afirmó que la población reclusa es de 30.332 reclusos, albergada en espacios con una capacidad real para 19.688 personas.
En la presentación de un reciente informe, el OVP afirmó que cuando hay una sobrepoblación de más del 40%, existe un «hacinamiento crítico».
Esta sobrepoblación ha generado múltiples enfermedades entre detenidos, entre esas la tuberculosis. Además, OVP ha denunciado múltiples muertes.