Anggy Murillo | LA PRENSA DE LARA.- «Yo creo que en Venezuela hay que mejorar el sentido ético de la política. El sentido moral de la política», es parte de la respuesta del diplomático y analista internacional, Julio César Pineda, al ser consultado sobre cómo ve en estos momentos el ejercicio de la política en el país.
Destaca que actualmente es necesaria la incorporación de los cuadros más nuevos y de los jóvenes que llegan con «criterios distintos a los viejos políticos«. Pues afirma que en un mundo que está siendo dominado por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la inteligencia artificial y la robótica se le debe dar mayor participación a la gente nueva, que trae ideas innovadoras.
«Hay que darle participación a los jóvenes y abrir caminos y sobre todo pensar que la política es un ejercicio noble, moral y ético, y donde las negociaciones se imponen. La confrontación nunca va a llevar a nada. En ningún lugar nunca la confrontación va a llevar a nada y en ninguna parte la confrontación ha dado buenos resultados. Creo que el país espera diálogo, negociación y nuevos proyectos en los que nos unamos todos», explicó.
¿Considera que la oposición y el oficialismo están a la altura de las circunstancias?
Tanto en la oposición como en el Gobierno deben madurar y tener criterios distintos, nuevos, éticos y morales. Ese es un proceso largo, la crisis ha sido larga y los venezolanos queremos otro mundo y otro país, y yo creo que vamos por ese camino. El mundo nos está obligando a ser responsables, a ser solidarios. La guerra nos obliga a pensar que es absurdo el conflicto y la guerra y que lo necesario es ponernos de acuerdo en el país. Con las riquezas de Venezuela hay todo un potencial para ser felices, pero hay que ponernos de acuerdo y educar para una política de unidad y de comprensión en el Gobierno y en la oposición.
Muchos opositores ya comenzaron giras como posibles precandidatos presidenciales, teniendo en cuenta lo que pasó en el proceso de noviembre ¿Llegarían con un candidato único al 2024?
Eso lo decidirá la oposición. Yo lo que creo es que es conveniente que se pueda pensar en tener un candidato, pero con todas las cualidades y posibilidades, y sobre todo con el espíritu de diálogo, que tenga formación y cultura. Que pueda crear confianza y que pueda abrir los caminos al país.& ;
Por supuesto, que el Gobierno tiene que tener buenos candidatos si quiere tener. Es un problema moral para todos. Aquí el problema es que tanto el Gobierno como la oposición deben repensarse y replantearse el país y ojalá que pueda haber un diálogo abierto y una democracia bien efectiva y plural para escoger a los mejores.
¿Sigue fortalecido el gobierno de Nicolás Maduro?
Todo gobierno tiende a agotarse en el tiempo. La gente quiere cambio, así que es una ley universal. Yo no puedo opinar sobre esto, simplemente esperemos el proceso electoral y veamos lo que dice la gente.
¿Nicolás Maduro sería candidato presidencial o el oficialismo pondría otro nombre para las elecciones del 2024?
No sé. Uno lo que hace es observar el panorama internacional y el panorama nacional, pero cada fuerza política decidirá quién es el candidato ideal y que el pueblo decida por sí solo.
¿Y Guaidó iría por la silla presidencial?
No sé. Eso lo decidirá la gente que está en esa línea y los que piensan en esa posibilidad. Veremos. Los partidos políticos quieren que tenga vigencia en Venezuela y puedan postular a quienquiera y el Gobierno también tendrá su capacidad para postular en su momento y tiempo determinado.& ;
¿Sigue teniendo cabida el gobierno interino liderado por Juan Guaidó?
Son etapas que se dieron. Como toda etapa son superadas y las realidades imponen nuevas posibilidades. Lo cierto es que el mundo desde afuera quiere que haya definiciones unitarias en Venezuela en función del interés nacional.
Petro no reconoce el papel de Juan Guaidó ¿Cómo pudiera afectar eso el interinato?
Cada gobierno es soberano de reconocer o no reconocer. En el caso de Colombia, hubo un cambio de gobierno y tendrá nuevas actitudes frente al control del poder en Venezuela.
¿Considera que el gobierno interino ya debería desintegrarse?
Al margen de que cumplió una etapa y fue una realidad reconocida por muchos países, hoy en día eso ha cambiado y la inteligencia de los políticos es aceptar cambios y ver las nuevas realidades. Ojalá que todos entiendan que estamos en una realidad regional, local y mundial y hay que ir por esa vía e interpretar, sobre todo el sentimiento del pueblo.
¿Con el cambio de gobierno en Colombia se podría abrir la frontera, pero realmente está preparada Venezuela?
Hay que fortalecer todavía más el empresario venezolano, capacitarlo más y darle todas las oportunidades y fortalecer el sistema jurídico de protección en Venezuela a la propiedad y a la empresa, pero es una decisión política.
En materia de seguridad fronteriza ¿Qué deberían comenzar a implementar los gobiernos para corregir los delitos que se conocen en la zona?
Ahí se tiene que tener una política común, sobre todo frente a la guerrilla, tanto de izquierda como de derecha; es decir, los paramilitares y la guerrilla subversiva que a nadie le conviene. Ahí hace falta muchos recursos, capacidad de vigilancia, comprensión entre los gobiernos, desarrollo político, económico y social. Se debe garantizar una frontera segura para los dos países y ejecutar planes comunes de desarrollo fronterizo que le conviene a Colombia y Venezuela. Conversar los problemas que puedan haber o los que hay que se pueden discutir, que se pueden negociar.
En su experiencia como embajador ¿Cómo deberían comenzar a ser las relaciones entre Colombia y Venezuela?
Se debe tener capacidad de negociación en materia económica, social, jurídica y política. Crear una comisión mixta que revise los procesos que tenemos, las oportunidades que hay, los errores que se han cometido, los proyectos que podemos desarrollar y esa comisión mixta propone nuevamente por la vía legal de cada constitución la posibilidad de nombrar un encargado de negocios en el respectivo país, con un pequeño grupo diplomático hasta el restablecimiento permanente de las relaciones.& ;
¿Estados Unidos ha flexibilizado algunas sanciones contra Venezuela, es posible que termine levantándolas completamente?
En toda negociación las dos partes tienen que ceder no solamente en la forma, el lenguaje, las formalidades diplomáticas, sino que también en el fondo, en las negociaciones, en las concesiones. A mí me parece que hay disposición del gobierno venezolano de negociar con Estados Unidos, sobre todo en materia de petróleo y EE. UU. ha sido claro en reabrir esas conversaciones, han tenido reuniones de alto nivel y otras que no son conocidas y seguirán por esa vía. Yo creo que se van a normalizar las relaciones pronto y la parte petrolera también seguirá marchando como siempre ha sido y como debe ser, al margen de las diferencias políticas.
Con ese acercamiento entre Biden y Maduro ¿Cómo cree que comenzarán a ser las relaciones entre estos países o cómo mejorarán?
Ya ha habido reuniones de enviados especiales de Biden a Caracas con gente del presidente Maduro, pero por ahora como toda negociación tiene una parte privada y secreta. Hay que tener relaciones con Estados Unidos como lo está haciendo Argentina que es de izquierda o México o Perú o Bolivia, que han mejorado sus relaciones con Estados Unidos. Venezuela debe hacerlo y Estados Unidos tiene que entender que esta es un área con la que se debe negociar en todos los países de la región.
¿Hasta dónde puede llegar el apoyo internacional a Venezuela para salir de la crisis?& ;
Venezuela tiene inmensos recursos y por supuesto que ahí hay que tener una visión política, que el gobierno también llegue a acuerdos con la empresa privada, con la industria y tener su proyecto. Claro, para permitir que todos los actores de poder se desarrollen es necesario que la Comunidad Internacional comprenda y nos permita, sin las sanciones, poder desarrollarnos; pero todo esto es producto de las negociaciones. El ser de izquierda o tener un modelo dentro del proyecto socialista no impide tener buenas relaciones con Estados Unidos, es necesario tenerlas.
¿Por qué Estados Unidos actualmente reconoce al gobierno de Maduro y al interinato?
Yo creo que viene un cambio de percepción, una etapa que se cumplió dentro del acuerdo político y de las relaciones entre EE. UU. y Venezuela. Creo que al normalizarse todo vuelve a la institucionalidad tradicional y permanente, claro que el gobierno venezolano tiene que dar paso a flexibilizar su política, la defensa de los DD. HH.; es decir, en una negociación se pide de todo y Estados Unidos y Europa cuando tenga relaciones nuevamente con el gobierno de Maduro van a pedir ese camino democrático necesario.
¿Cómo afecta o beneficia que EE. UU. mantenga conversaciones con dos gobiernos en Venezuela?
Eso de dos gobiernos en Venezuela está pasando de moda. Hay una realidad distinta. En la medida que se acerque Estados Unidos y como ya ha negociado con Maduro y se han hablado, también le darán importancia a que la oposición exista dentro de los canales democráticos. Depende de la visión de los dos gobiernos.