Madres y padres siguen apostando a formar a niños emocionalmente sanos y empáticos, teniendo como clave educar con ejemplo y dedicarles tiempo, aunque a veces la vida sea un “corre corre”. La psicóloga, Bárbara Cerón, explica que la familia es muy importante en el entorno de un niño, siempre y cuando sea un núcleo familiar sano, en el que el pequeño pueda adquirir las herramientas de comportamiento correctas.
Resaltó que el entorno familiar va a ser el primer contacto social que un niño va a tener y de allí va a formar sus creencias, en cuanto a la moral y la ética. “La primera estrategia práctica y efectiva es enseñar con el ejemplo. El aprendizaje más significativo en la niñez es el aprendido por la observación o imitación de la conducta”, sostuvo la psicóloga.
Cerón explicó que hay muchas patologías o trastornos de conducta que resultan heredados, no desde el aspecto biológico-genético, sino de la estrategia más importante que es el ejemplo conductual. “Un padre y una madre deberían trabajar en sí mismos para ser su mejor versión y de esa forma poder criar niños sanos, emocionalmente y coherentes conductualmente”.
Aunque no hay una fórmula para criar bien, muchos padres siguen intentando y aunque tienen jornadas largas de trabajo y estén estresados, se detienen a explicarles a sus hijos valores, como por qué no se le pega a los demás o por qué deben ser honestos.
Para Maira Aldana, profesora con 38 años de experiencia, el docente debe descubrir en los niños sus intenciones, sueños, inquietudes, tristezas y vacíos a nivel familiar. Aseguró que como educadores son parte del crecimiento de los niños y jóvenes, para que se puedan profesionalizar.
Además, Aldana agregó que hay que escuchar a los niños y que tanto madres, padres, como docentes deben preocuparse por sus derechos.
“La educación viene desde casa, siempre decimos que la primera escuela del niño es su hogar. Ellos siguen los patrones de cada miembro que conviva con ellos, por eso debemos ser un ejemplo”, dijo Aldana.
Un grupo de niños fue consultado sobre cuáles son sus sueños y qué les gustaría ser cuando sean grandes. Gran parte de ellos sueña con profesionalizarse, quieren ser doctores, ingenieros y profesores, carreras que enorgullecen tanto a padres como a docentes, porque a pesar de todo lo que se vive en Venezuela, en cuanto a la situación económica, los pequeños continúan con sus sueños intactos.
“Cuando sea grande quiero tener mi propia empresa, pero primero debo estudiar ingeniería en informática para luego especializarme en programación. Mi sueño es ser ingeniera como mi papá”, comentó Fraybell Quiroga, estudiante de sexto grado.
Pero no sólo la ingeniería es lo que anhelan estudiar los pequeños, también quieren ser actores y descubrir el mundo de las artes. Detrás de estos niños soñadores hay padres que velan porque se les cumplan sus metas.
“Trato es de orientarla y decirle cómo debe tratar a las personas, la importancia de estudiar, pero sin presionarla”, sostuvo Arismendi Gil, padre de una niña. La idea de un futuro les ayuda a crecer con responsabilidad.
El papa León XIV se dirigió al instituto astronómico de la Santa Sede luego de…
Cheo Hurtado recalca que se debe reforzar la enseñanza y masificar la presencia del cuatro…
Está cerca. A Salvador Pérez le faltan algunos batazos para conseguir los 300 jonrones en…
Alimentos como granos, lácteos y azúcares aceleran la enfermedad del intestino irritable en las mujeres.
La Vinotinto Femenina disputó el día de hoy el partido contra Bolivia de la Copa…
En este Mitos y Leyendas, se cuenta como jornaleros veían el ánima de un esclavo…