domingo, 24 noviembre 2024
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Hospitalización por COVID19 supera los 2 mil dólares diarios

Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La preocupación se les combina con angustia. Así viven familiares de pacientes que sufren de COVID-19, ante el esfuerzo de mantenerlos hospitalizados en centros privados. La cuota es una punzada que va de $ 1.200 hasta llegar a los $2.000 al día y se puede absorber seguros cuando aumenta el costo en cuidados intensivos. Recurren a pedir la colaboración para asegurar este tipo de atención, que puede asegurar el 95% del tratamiento.

Es una diatriba de quienes no cuentan con los recursos económicos, pero agotan todas las opciones para mantener la ventilación del paciente y las esperanzas de recuperación. Una carrera contrarreloj por la solidaridad de parientes, amigos y allegados desde el exterior. Un granito que -de a poco- apuesta a la recuperación del COVID-19.

Según René Rivas, presidente del Colegio de Médicos, los centros privados ofrecen una excelente atención, pero las clínicas más económicas en Barquisimeto oscilan entre $ 1.200 y $ 2.000 diarios. Mientras el servicio de UCI entre $1.800 y $ 3.000. De hecho, el depósito de ingreso exige la cancelación previa de 2 días y en algunos casos hasta 10 días.

Esta opción, aunque muy costosa es buscada ante el temor por la agresividad del coronavirus que ha cobrado la vida de 954 de personas en Venezuela, además es justificada por la poca capacidad de respuesta que tienen los centros de salud públicos ante la pandemia.

Cuando se tienen los testimonios, se aprecia que esta presión no solo afecta al ciudadano común, sino que incluso ha arrebatado la vida de especialistas médicos y mantiene en lucha a importantes representantes políticos. Allí vibra la desesperación de la familia de Bolivia Suárez, diputada de la Asamblea Nacional (AN), quien lleva esta batalla desde el pasado 22 de noviembre y con el atenuante del antecedente clínico asmático, que comprometió aún más sus pulmones.

Su hija María Beatriz Machado se mantiene firme en este desafío por la vida, que ha tenido el respaldo de la colaboración de allegados y migrantes en el exterior. Ella mantiene las esperanzas y su voz no se quiebra, ni cuando reconoce que ya tenían una deuda de $ 3.800, porque sus complicaciones respiratorias en UCI terminaron de absorberse el seguro médico que casi llegaba a los $ 50.000.

«¡Dios es grande y misericordioso!», dijo ante el apoyo que ha recibido y dejando claro, que su madre no tuvo salvoconducto por su condición de parlamentaria. De igual manera han recurrido a las campañas por solicitud de ayuda, ante los altos costos en divisas. Es una especie de saco sin fondo, que ha incluido los $ 2.000 por la primera diálisis, porque se ha complicado con insuficiencia renal y que también ameritó de 2 concentrados y 6 plasmas en $ 600. Un gasto que se repetirá interdiario, hasta que el nefrólogo confirme su recuperación.

Son tantos gastos externos, que incluso la familia debe «hacer de tripas, corazón» para poder trasladarse y asegurar el combustible, muchas veces bachaqueada o turnándose entre parientes que hacen la cola durante varios días y así poder surtir de gasolina, para segurar la movilización en los vehículos particulares.

Tal testimonio se confirma con la doctora Luzmila Leal, desde Médicos Unidos Lara, al resaltar que el COVID-19 es un virus muy costoso en hospitalización y larga lista de medicamentos entre vitaminas, analgésicos y otros necesarios para recuperar el sistema inmunológico.

 

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