AP | LA PRENSA DE LARA.- Los delegados del gobierno y la oposición de Venezuela iniciaron el lunes la segunda y última sesión de una accidentada tercera ronda de diálogos que se vio afectada por un cruce entre la administración de Nicolás Maduro y Noruega, que actúa como mediador en el proceso, a raíz de unas controvertidas declaraciones de la primera ministra europea sobre los derechos humanos.
Cerca del mediodía la delegación oficialista arribó a un hotel del centro de la Ciudad de México para reunirse con los representantes de la llamada «Plataforma Unitaria de Venezuela» y continuar los diálogos, informó un vocero de prensa del proceso.
Las conversaciones entre las partes debieron reiniciarse el 24 de septiembre pero a última hora se anunció la suspensión de la sesión luego de que los delegados del gobierno de Maduro postergaron para el sábado su arribo a la capital mexicana.
El jefe del equipo negociador del gobierno, Jorge Rodríguez, dijo ese día a la prensa que el cambio en la fecha de llegada se debió a un entredicho con Noruega a raíz de las declaraciones de la primera ministra de ese país, Erna Solberg, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en las que cuestionó la situación de los derechos humanos en Venezuela.
Rodríguez dio por superado el impasse con el gobierno europeo luego de que el equipo mediador, encabezado por Dag Nylander, ratificó que mantendrían su imparcialidad durante las negociaciones. «Lamentamos que la reciente declaración en la ONU pueda afectar la confianza en nuestro papel. Es fundamental que este proceso de negociación sea entre los venezolanos sin ninguna interferencia indebida», dijo a la prensa Nylander.
En medio de las tensiones que surgieron en el proceso, el equipo opositor descartó su retiro del diálogo y dijo en un comunicado que permanecería en México para avanzar en la conformación de una «Mesa de Atención Social» que se encargue de los programas de nutrición infantil, trasplantes y vacunación, entre otros puntos, y para abrir las discusiones sobre la construcción del sistema de justicia.
En esta ronda se discutirá sobre el sistema de justicia y el «respeto a la institucionalidad», la «protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo venezolano, incluyendo los Derechos Especiales de Giro dispuestos para tal fin por el Fondo Monetario Internacional», informó Noruega en un comunicado.
Aún se desconoce si finalmente se incorporó al equipo del gobierno el empresario colombiano Alex Saab, quien está detenido desde el año pasado en Cabo Verde a la espera de que la justicia de ese país decida si procede o no su extradición a Estados Unidos donde lo procesarán por presunto lavado de dinero.
Rodríguez anunció a mediados de mes que Saab, a quien el gobierno venezolano identifica como un «enviado diplomático» que se encargaba de tramitar en el exterior las compras de alimentos para un programa estatal, se incorporaría a la mesa, decisión que generó ruidos en el proceso.
Luego de la firma el 13 de agosto de un memorando de entendimiento, los delegados del gobierno y la oposición comenzaron formalmente los diálogos entre el 3 y 6 de septiembre. Durante las primeras deliberaciones se llegó un acuerdo parcial para atender las necesidades sociales de la población con énfasis en los efectos de la pandemia del coronavirus.
De acuerdo con el memorando en los diálogos se abordará una amplia agenda que incluye la definición de garantías electorales y un cronograma para elecciones observables, el levantamiento de las sanciones aplicadas por Washington, la restauración de derechos a activos, el respeto al Estado constitucional, la convivencia política y social, la reparación a las víctimas de la violencia y la protección de la economía y la población.
Al igual que en el proceso de 2019, Noruega participa como mediador mientas que Rusia y Holanda se desempeñan como acompañantes de las delegaciones de Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó.
Este proceso se ha convertido en la última esperanza de la comunidad internacional para avanzar hacia una salida pacífica y negociada de la crisis venezolana que se profundizó en el último año debido a la pandemia que agravó la paralización económica, la hiperinflación de cuatro dígitos, la pobreza y el colapso del sistema de salud.
Fuente: AP