Luis Felipe Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- «Me atrevo a decir que tal vez en estos momentos no existe en Venezuela una figura más querida y aceptada por todos como el doctor José Gregorio Hernández». La frase corresponde al nuncio apostólico de Venezuela, monseñor Aldo Giordano, quien dijo presente en el acto de beatificación del «médico de los pobres».
En medio de un momento cargado de jubillo y con las emociones a flor de piel, Giordano elevó sus peticiones a quien desde ahora es el cuarto beato venezolano.
El líder religioso pidió al nuevo beato que interceda por la unión de todos sus compatriotas, dejando a un lado las diferencias económicas, políticas y económicas.
La petición se suma a la hecha el día de ayer por el papa Francisco, quien hizo un llamado a Hernández para que logre unir a los venezolanos junto a líderes sindicales, académicos, políticos, empresariales, religiosos y universitarios, con el objetivo de recuperar una Venezuela donde quepan todos por igual y haya un abanico de oportunidades.
«Busquemos el camino de la unidad nacional por el bien de Venezuela» dijo el sumo pontífice mientras añadía que se debe anteponer el bien común sobre cualquier interés personal.
Vacunas para todos
Giordano aprovechó la oportunidad para pedir por una distribución justa de vacunas contra la COVID-19 entre todos los ciudadanos que hacen vida en el país sudamericano.
«Que el Beato José Gregorio interceda para que el acceso a las vacunas se logre juntos, sin divisiones, sin resistencias» dijo.
Hasta la fecha, diferentes gremios y miembros de la sociedad civil han exigido a las autoridades venezolanas un proceso de inoculación que incluya a todos por igual en aras de alcanzar una inmunidad de rebaño.
El nuncio apostólico apuntó que es preciso orar por el cese de la pandemia en todo el mundo.
Giordano agregó que el día de hoy José Gregorio Hernández ha dejado de ser solo de los venezolanos para convertirse en un beato universal.