martes, 5 noviembre 2024
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Estas son las terroríficas torturas aplicadas en la sede del SEBIN y DGCIM

Luis Felipe Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- Las atrocidades cometidas por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) contra personas detenidas por motivos políticos han generado indignación entre los venezolanos y la comunidad internacional.

Las agresiones que dejan muy mal parado al gobierno de Nicolás Maduro fueron relatadas por los mismos detenidos para el informe de la Misión de Determinación de los Hechos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

La Misión explicó en el documento de 433 páginas que la tortura es un acto que causa dolor o sufrimiento grave, ya sea físico o mental. Asimismo, detallan que para ser considerado como «tortura», estos actos deben ser infligidos internacionalmente, cometidos con un propósito específico e involucrar a un funcionario público, ya sea directa o indirectamente.

Algunas de las más utilizadas por los uniformados eran las llamadas «crucifixión», la cual se trataba de mantener los brazos extendidos y esposados a tubos o rejas, además de «el pulpo», un cinturón de metal con cadenas que inmoviliza las muñecas y los tobillos.

Asimismo, los reos relatan que dentro de los centros de reclusión se llevan a cabo asfixias con bolsas plásticas, sustancias químicas o un simple balde de agua.

Entre otras cosas, se aplican descargas eléctricas en las partes más sensibles del cuerpo, incluidos los genitales, llegando a provocar problemas reproductivos en algunos casos.

En siete casos, funcionarios del SEBIN perpetraron actos de violencia sexual o de género contra algunos detenidos. Según los datos que registran, una mujer detenida por motivos políticos fue violada en diciembre de 2015.

Al menos dos personas perdieron la vida bajo la custodia del SEBIN, estos fueron el Fernando Albán y Rodolfo González. Si bien la muerte de Albán fue considerada como un suicidio, la información forense suscita dudas sobre esa conclusión.

Los presos políticos que fueron retenidos en la sede del SEBIN en Plaza Venezuela, apuntaron que ésta tenía una extensa zona de detención conocida como «La Tumba»,& ;ubicaba en un sótano a cinco pisos bajo tierra.

Quienes estuvieron en el lugar, detallan que se trata de aproximadamente siete celdas de 2 x 3. Los relatos describieron las celdas con lechos de cemento en las que el aire acondicionado se mantenía a temperaturas muy bajas, la luz artificial brillaba las 24 horas del día y todas las paredes estaban pintadas de blanco.

En relación a la Dirección General de Contrainteligencia Militar, la Misión estudió 77 casos, de lo cuales todos alegaron haber sido torturados por funcionarios de la Dgcim.

Los detenidos comentaron que este tipo de acciones se realizaban con la intención de obtener cualquier tipo de información sobre la participación de otros en presuntas conspiraciones o simplemente para castigar al recluso.

Los actos de violencia en algunos casos dejaron lesiones graves y/o permanentes en las personas, algunos de los eventos son la perdida de funciones sensoriales o motoras, lesiones reproductivas, sangre en la orina, costillas rotas, entre otras.

Al menos tres militares detenidos fueron víctima de violencia sexual por parte de efectivos de la Dgcim. Estas agresiones se presentaron durante los interrogatorios con la intención de degradarlos, humillarlos o castigarlos.

Otra de las cosas que reportaron fue la desnudez forzada, incluso durante días.

En las celdas o cuartos de aislamiento no había acceso a baños, por lo que los detenidos tenían que utilizar bolsas plásticas que se cambiaban una vez a la semana.

Celdas como «El Ascensor» y el «Cuarto de las Torturas con Agua» son usadas para sumergir a los individuos en tanques de agua, si bien la Misión no tiene mayores detalles de ella, es posible que haya sido utilizada para ejercer presión psicológica.

Hubo casos en los que se colocaban esposas excesivamente apretadas que provocaban cortes en las muñecas o aislamiento en cuartos oscuros durante días.

Oficiales femeninos y masculinos sometieron a las personas a una práctica llamada «dar la teta», para esta se utilizaba un bastón con la palabra «teta» escrita, este se utilizaba para golpear a los detenidos.

Por su parte, el Gobierno se pronunció en rechazo al informe y dijo que el mismo estaba «plagado de falsedades, elaborado a distancia, sin rigor metodológico alguno«.

 

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