Restringirse repentinamente los alimentos para bajar rápido de peso con asesorías que dan los entrenadores de gimnasios, influencers de redes sociales, deportistas sin estudios universitarios en nutrición o automedicarse pastillas, laxantes e inyecciones para disminuir el apetito está causando graves problemas de salud: desde alteraciones en el metabolismo, anemias, problemas intestinales, hipertensión hasta daños en la vista por los efectos secundarios de fármacos.
Médicos y nutricionistas exhortan a la población a frenar estas prácticas de moda, pues la obesidad, enfermedad crónica y el sobrepeso, se tratan con planes de alimentación balanceados, cambios de hábitos de vida y acompañamiento de especialistas. Esta es la única manera que perder grasa sea sostenible en el tiempo y no produzca el denominado «efecto rebote», que es recuperar el peso perdido al poco tiempo o aumentarlo.
Atagualpa Mejías, licenciado en nutrición y dietética de la ULA, explica que lo que caracteriza a un régimen alimentario saludable es que es personalizado, según los requerimientos de salud de cada persona, por eso los nutricionistas trabajan de la mano con los galenos.
«No debemos quitar nutrientes de la alimentación porque eso es una dieta desequilibrada y no es perdurable. Lo que es sostenible a largo plazo es que la persona tome conciencia de que necesita consumir proteínas, grasas, carbohidratos, que son nutrientes calóricos y adicionalmente vitaminas, minerales. Además, fibras, que son nutrientes no calóricos y el consumo adecuado de agua al día», advirtió.
«¡Hacer dieta no es matarse de hambre!», exclamó, es simplemente aprender a comer y que eso se mantenga a lo largo de la vida. «Es importante que la persona se dé cuenta de sus requerimientos calóricos y energéticos, y que debe respetar los métodos de alimentación. Yo diseño el plan de alimentación enfocado en lo que al paciente le gusta y en lo que no le gusta comer. Adicionalmente, hay una planificación por objetivos de pérdida de peso, porque lo que queremos en una dieta es ganar salud, no perderla», mencionó.
La doctora Mariela Montilva, médico especialista en nutrición, explica que con un plan de alimentación balanceado y actividad física al menos de cuatro a seis veces por semana, una persona puede perder en promedio de cuatro a cinco kilos al mes, sin consecuencias negativas de salud.
Los expertos rechazan esos retos que circulan por redes sociales, en los que venden a las personas obesas que pueden perder más de 40 kilogramos en tan sólo tres meses.
«Algunas dietas que aplican las personas que no han estudiado nutrición es el exceso de proteínas y a mediano o largo plazo eso puede interferir en el funcionamiento del riñón, porque el cuerpo necesita proteínas, pero no exageradamente, al punto de hacer que el riñón sufra. Este órgano tiene la función principal de filtrar los desechos del metabolismo», comunicó la doctora Montilva.
Hay personas que se quitan las harinas procesadas, pero también todos los carbohidratos, bajo la falsa creencia de que así van a adelgazar en pocas semanas. Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo. «Una persona con obesidad o con otras condiciones de salud, como síndrome metabólico, diabetes, dislipidemia (alteración de los niveles de grasa en la sangre, como el colesterol y los triglicéridos), deberían tener un chequeo con un endocrinólogo o nutricionista antes de restringir todos los carbohidratos», señaló.
Actualmente, está muy de moda las dietas cetogénica, keto o la Scardale, diseñadas para evitar los carbohidratos o comerlos muy poco, consumir altas grasas y moderadas proteínas. «Quienes coman muchos ácidos grasos van a tener problemas con los lípidos, con el colesterol, triglicéridos, hígado, páncreas, etc. Se crea un desbalance, estas dietas no son buenas para el corazón», reveló la doctora Montilva, quien además es docente de la UCLA.
El licenciado Atagualpa Mejías señala que los carbohidratos son la gasolina del cuerpo, en proporciones de nutrientes, los carbohidratos deberían ser alrededor del 50% de las calorías que consume una persona, pero si el paciente hace deporte esa ingesta debe ser mayor.
«Hay que aprender a filtrar la información que sale en redes sociales, porque hay quienes no tienen formación académica, se hacen llamar influencers de salud, y lo que recomiendan es negativo, ya que empiezan a popularizar regímenes de alimentación que atentan contra la salud», opinó.
«Hay quienes se quitan el azúcar refinada, el papelón y la miel para perder peso y eso está muy bien, pero también les da por quitarse todas las frutas, eso también es perjudicial para la salud, porque las frutas son fuentes de vitaminas y de minerales», señaló Montilva.
Los nutricionistas señalan que el ayuno intermitente, no todos los pacientes lo pueden hacer. No son recomendados para diabéticos o que tienen resistencia a la insulina o quienes sufren problemas de la tiroides.
Las pastillas que inhiben el apetito, que las consumen algunas personas sin ir al médico, pueden ocasionar problemas de hipertensión, taquicardia y arritmia cardíaca, según explicó Luz Marina Mancilla, nutricionista.
«A veces la gente deja de comer y se toma esos medicamentos, pensando que va a ocurrir un milagro de bajar de peso. Peor, sino cambian sus hábitos alimenticios no va a pasar nada», exhortó.
La doctora Deyanira Gentile, médico internista, intensivista y obesólogo, señala que algunas personas cometen el grave error de automedicarse con pastillas e inyecciones que sólo son recomendadas para personas con diabetes, porque regulan la saciedad y el metabolismo, pero los efectos secundarios pueden llevar a la muerte.
«Es peligrosísimo usar la liraglutida, un medicamento para personas con diabetes tipo 2. Una vez atendí a un adolescente, de 17 años, que se inyectó insulina para quemar más rápido los carbohidratos sin tener diabetes, y le dio una hipoglicemia. Yo he visto morir a mucha gente por hipoglicemia, porque el cerebro depende en gran medida de la glucosa para obtener combustible y funcionar», advirtió.
Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, pero uno de los que más alarman son las secuelas del Ozempic, un fármaco creado en España para pacientes con diabetes, pero que también puede acelerar el metabolismo para la pérdida de peso.
«El Ozempic es un inhibidor de GLP-1. Una persona con problemas de tiroides, que se lo inyecte sin estudios previos ni supervisión médica puede desarrollar el cáncer de tiroides», afirmó Gentile.
Estudios clínicos han demostrado a nivel mundial, que el Ozempic puede ocasionar alteraciones en la salud ocular, visión borrosa y complicaciones maculares.
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