Las pacientes deben descartar la enfermedad con sus ecos, sin dejar pasar más de un año sin la consulta de rigor. Las pacientes deben descartar la enfermedad con sus ecos, sin dejar pasar más de un añ;o sin la consulta de rigor. Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- El peligro de complicaciones y altas probabilidades de muerte está latente en el estimado que puede superar el 70% de diagnósticos en fases avanzadas a nivel nacional de cáncer de ovario. Pacientes que generalmente no cumplen con el control ginecológico cada seis meses y acuden a consulta cuando no soportan las dolencias por síntomas de gravedad. Suelen ser casos entre los estadios III y IV de la enfermedad, que directamente exigen quimioterapias, radioterapias o terminan en la fatalidad por metástasis.
Ese silencio por su naturaleza asintomática, inicialmente, junto a la falta del chequeo médico resaltan en el 70 a 80% de pacientes en fases avanzadas de este tipo de cáncer, según el Ministerio de Salud en reseñ;a por el Día Mundial del Cáncer de Cuello Uterino. La Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) coincide con registros de 75% de casos en 2021, por no acudir periódicamente a la revisión ginecológica. Mientras especialistas que atienden en centros asistenciales públicos de Barquisimeto, también consideran la incidencia de 75% detectados en los últimos estadios.
La ginecobstetra, Isabel Torres, lamenta que las pacientes asisten a consulta cuando sienten miedo por dolores fuertes en el vientre, inflamación y descontrol en la menstruación. Una situación que puede evitarse con el control ginecológico semestral o anual, donde la citología se complementa con eco pélvico transvaginal y asegurar la detección temprana de tumores. Un riesgo con más incidencia en mujeres a partir de los 40 añ;os, edad en que desestiman embarazos y se «confían» en la salud femenina. Lo más grave es que se ignoran los antecedentes familiares y quedan más propensas a padecer de cáncer.
«Pero muchas llegan en esas fases III y IV, cuando lamentablemente deben someterse a complejas cirugías y siguen con las quimioterapias», expresa llamando a la cultura de prevención y a no caer en este tipo de situaciones que suelen ser costosas, además que angustian a la familia.
De allí, que la ginecobstetra, Vanessa González, advierte que las dos primeras etapas son asintomáticas y simplemente las alarmas comienzan por cansancio y descontrol en el peso corporal. Sin embargo, es el momento para extirpar el tumor y realizar histerectomía, sin permitir la diseminación hacia el colon, intestino, vejiga, hígado, pulmones y huesos. La posibilidad de recuperación es del 90% con este diagnóstico temprano.
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