El sector privado venezolano experimentó una desaceleración en su crecimiento durante el segundo trimestre de 2024, según la última Encuesta Cualitativa Empresarial de Fedecámaras. Aunque se observó un ligero avance en áreas como manufactura, comunicaciones y comercio, factores como el financiamiento limitado y las fallas en los servicios públicos continuaron obstaculizando la dinámica empresarial.
Las expectativas de crecimiento para finales de año se redujeron al 4,2%, por debajo de las proyecciones iniciales que superaban el 8%. A pesar de este panorama, el empleo se mantuvo estable y la remuneración promedio mensual del personal obrero registró un aumento del 1,7% en comparación con el primer trimestre.
La falta de financiamiento bancario se destacó como el principal obstáculo para el desempeño empresarial, seguido por el entorno macroeconómico. Asimismo la escasez de combustible y las fallas en el suministro eléctrico también afectaron significativamente la operatividad de las empresas, especialmente en sectores como la manufactura, la agricultura y el comercio.
A pesar de los desafíos, las empresas continúan presentando una alta capacidad instalada ociosa, lo que representa una oportunidad para la recuperación y la activación económica a través de la inversión. Sin embargo, las transacciones en divisas disminuyeron ligeramente en comparación con el trimestre anterior.
El índice de confianza empresarial mostró una leve mejora, aunque persiste la incertidumbre ante un panorama económico complejo. Los gremios empresariales hacen un llamado a las autoridades para abordar los factores que limitan el crecimiento del sector privado y generar un entorno más favorable para la inversión y la generación de empleo.
El sector privado, por su parte, debe adaptarse a las nuevas condiciones y aprovechar las oportunidades que se presenten. La innovación, la diversificación y la búsqueda de nuevos mercados son clave para garantizar la sostenibilidad de las empresas en un entorno cada vez más competitivo y complejo.