El cuidado cerebral empieza por la estimulación en pro de contar con reserva cognitiva y en el control de comorbilidades, principalmente hipertensión y diabetes que dejan vulnerable hasta en 80% de riesgo a pacientes que pueden terminar sufriendo alguna enfermedad cerebrovascular, así como del trastorno de alzhéimer. Lo advierten neurocirujanos y psiquiatras, ante la frecuencia de complicaciones que terminan afectando a este órgano vital que demanda glucosa y oxígeno para su debido funcionamiento.


Un contexto universal porque, según registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) había un estimado de 17.9 millones de muertes al año. De hecho, es un recordatorio de especialistas ante la proximidad del Día Mundial del Cerebro, llamando a la prevención y adoptar hábitos saludables para la salud mental, junto al rendimiento cognitivo.
Cuidado cerebral: La prevención clave ante enfermedades cerebrovasculares y alzheimer
El paciente puede vivir con tranquilidad, siempre y cuando mantenga controlados los niveles de sus enfermedades crónicas. El riesgo sanguíneo es una de las principales amenazas, más aún con la dificultad con arterias obstruidas. Es una situación delicada que no se puede desestimar, porque de acuerdo a la severidad del daño, la persona puede estar expuesta a un infarto cerebral, debido a la pérdida total del oxígeno y nutrientes que suministra la sangre.
Es una advertencia realizada por el neurocirujano Fernando Bellera, ante los daños generados por enfermedades cerebrovasculares, debido al descuido y alteraciones por diabetes e hipertensión, porque afecta el suministro desde las arterias y partiendo del trastorno metabólico.
El psiquiatra, Ramón Hernández, también alerta sobre el trastorno neurodegenerativo del alzhéimer, así como algunas demencias, principalmente de origen vascular, que depende de las limitaciones en el flujo sanguíneo y se van destruyendo las funciones cognitivas. Es un daño directo a las células que compromete la memoria y el pensamiento, así como los cambios repentinos de comportamientos, tanto así que el paciente llega a experimentar cambios bruscos, como tristeza, ira y hasta agresividad.
La conciencia de estar vivos se tiene con la función del cerebro y los especialistas siempre apuestan a la vida más longeva con todas las facultades mentales. Así lo recalca Bellera, con el llamado a la prevención y tener la responsabilidad de descartar todo lo nocivo para la salud, tal como los vicios de tabaquismo y alcohol.
La dieta debe ser balanceada, rica en fibra, baja en azúcares y alimentos procesados, así como hacer el esfuerzo por incluir proteínas. Trabajar en función de la reserva cognitiva, propiciando ejercicios cerebrales permanentes y realizar actividades vinculadas a la creatividad, al leer, aprender un idioma, pintar y hasta ocuparse en algún oficio interesante.


El sedentarismo es un enemigo que recalca Hernández, por lo que se debe realizar ejercicios, descansar las ocho horas diarias, teniendo higiene del sueño, así como nutrir la estabilidad emocional desde lo espiritual, con la empatía, oración y hasta el perdón, sin pensamientos negativos.